La noche del 16 al 17 de julio, después de regresar a casa de las festividades en el CH De Wolden, Steenbergen informó a su madre que no era una velada agradable. Al día siguiente explicaría por qué. Ese momento simplemente nunca llegó. Su madre lo encuentra inconsciente en la cama a la mañana siguiente, en un charco de sangre con múltiples heridas. Steenbergen nunca despierta y muere un mes después, a la edad de 23 años.
Aún no está claro qué le pasó exactamente. Hasta hoy, la policía no quiso revelar qué información llevó a la reapertura de la investigación. “Intentamos hacerlo en la mayor tranquilidad posible”, afirmó un portavoz de la policía. “También para los padres. La reapertura también tiene un gran impacto para ellos. Queremos hacerlo con cuidado y en la mayor tranquilidad posible”.