Rammstein: Lindemann en el KitKatClub – Kinky Beats en lugar de “Row Zero”


Los responsables de la política y la administración local habrán respirado aliviados. El organizador del concierto, MCT, puede despedirse de las vacaciones de verano con una copa de champán: a pesar de la emoción y las demandas de prohibición, a pesar de un posible intento de sabotaje: todo está en buena forma. Tres veces ha pasado Rammstein en el Estadio Olímpico de Berlín.

Gran éxito comercial, también en términos de frecuencia de clientes en los puestos de cerveza, refrescos y merchandising. Las acciones disruptivas de varios activistas no han afectado estos lujosos acuerdos.

Mientras tanto, la prensa local se ha embarcado en una investigación posterior al espectáculo.

Hay informes, por ejemplo, de una fiesta de Rammstein en Alexanderplatz, donde la banda no fue, pero se suponía que el ambiente era agradable.

En particular, los discípulos internacionales que han venido han mostrado en varias declaraciones que no están impresionados en absoluto por el escenario de escándalo que rodea a sus héroes de New German Hardship. Tenor: Mientras no se pruebe nada oficialmente, apoyamos a Tiill, Flake y sus camaradas. La caravana avanza feliz.

Una visita nocturna del líder Till Lindemann al “KitKatClub” local también provocó un murmullo.

En la tercera década de su existencia, la discoteca erótica, que mientras tanto se ha convertido en un conglomerado de eventos (del teatro a los espectáculos), defiende la maldad metropolitana y cruza fronteras en la pista de baile en lencería Beate Uhse. El propio club se presenta como una institución subcultural en su propio sitio web: “La historia, la idea, las reglas y la filosofía del club que da libertad…”, dice en tono oficial.

En cualquier caso, el “Tagesspiegel” y el “Berliner Zeitung” informan al unísono que Lindemann, equipada con una “bolsa”, visitó dicha disco kinky y eso sin haber sido sometida al habitual control de bolsas por parte de los gorilas.

Las DJ mujeres calificaron la visita voladora de Lindemann en sus canales de redes sociales como una afrenta y una burla satisfecha de las víctimas de abuso. En lugar de mantener los pies quietos, el acusado retozaba en el ambiente subterráneo de luz roja.

Con lo cual los operadores de “KitKat” se sienten obligados a hacer una declaración. Después de todo, las llamadas a un boicot ahora también están zumbando en las noches de Berlín.

“Hasta que Lindemann nos ha visitado de vez en cuando en los últimos años”, dice el “Berliner Zeitung” sobre la acusación de que la bolsa de Lindemann no fue revisada. Lindemann es conocido por la seguridad de visitas anteriores. Se cita un correo electrónico relacionado que dice: “Nunca sucedió nada en el club que fuera cuestionable. Su hija también estaba allí a menudo”.

El sábado (22 de julio) se abrirá el próximo “chapitre scandale” de la saga de larga duración de Rammstein con la actuación en París.



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