Rammstein, Buenos Aires, 10 de septiembre de 2016
Foto: LatinContent vía Getty Images, Santiago Bluguermann. Reservados todos los derechos.
Desde el jueves (25 de mayo) #Lindemann ha sido tendencia en Twitter, al igual que los colegas de Till Lindemann de Rammstein (#Rammstein). El cantante de la banda alemana más exitosa del mundo está acusado de violencia sexual o psicológica bajo estos hashtags. Las historias provienen principalmente de una mujer que afirma haber ido de fiesta con el hombre de 60 años, luego dijo que pudo haber sido drogada (drogada por un ataque con aguja) y luego abusada. Se publicaron fotos en línea, algunas de las cuales muestran heridas graves que se dice que Lindemann le infligió. Muchos usuarios se refieren a la letra de la (canción) del cantante, en la que cuenta fantasías de violencia contra la mujer, lo que pretende respaldar la representación de la mujer de la que supuestamente abusó.
En la noche del lunes de Pentecostés (28 de mayo), Rammstein respondió a las acusaciones en su cuenta oficial de Twitter. En concreto, la banda responde a la acusación de que se volvió violento tras su concierto en Vilnius este año. “En cuanto a las denuncias que circulan por Internet sobre Vilnius, podemos descartar que lo que se alega haya sucedido en nuestro entorno. También se señala que no tienen conocimiento de ninguna “investigación oficial”. Rammstein también escribió la declaración en inglés. La función de comentarios está limitada para ambos tweets: solo los usuarios que son seguidos por la cuenta en sí o que fueron mencionados por la cuenta en sí pueden comentar la declaración; la cuenta de Rammstein no sigue a nadie más.
Respecto a las denuncias sobre Vilnius que circulan por la red, podemos descartar que lo denunciado haya ocurrido en nuestro entorno.
No tenemos conocimiento de ninguna investigación oficial al respecto.
— Rammstein (@Rsprachrohr) 28 de mayo de 2023
La presunta víctima publica en las redes sociales, en Twitter e Instagram, mientras que otras declaraciones y fotografías pretenden documentar la agresión. En el asunto, escribe, ya no se quedará callada.