Después de una pérdida masiva de poder en las elecciones de mayo, el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa debe trabajar con otros partidos.
Fuente: AFP
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, ha sido confirmado para un segundo mandato por el recién elegido parlamento del país. El presidente del Tribunal Supremo, Raymond Zondo, anunció el viernes por la noche que el hombre de 71 años recibió 283 de 339 votos.
Ramaphosa, líder del Congreso Nacional Africano (ANC), formará ahora un nuevo gobierno.
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Coalición sin acuerdos firmes
El viernes se firmó una declaración de intenciones con el mayor partido de oposición hasta la fecha, la Alianza Democrática.
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El ANC sufre pérdida de poder en las elecciones
El ANC tiene 159 de los 400 escaños parlamentarios, la Alianza Democrática está representada en el parlamento con 87 representantes.
El ANC llegó al poder en 1994 con la promesa de «crear una vida mejor para todos». El partido obtuvo casi el 63 por ciento de los votos en las primeras elecciones democráticas del país.
Tres décadas después, la corrupción rampante, el creciente desempleo, los devastadores cortes de energía y el débil crecimiento económico están teniendo graves consecuencias para los sudafricanos.
La economía ha ido decayendo durante la última década, lo que se refleja en una drástica caída del nivel de vida. Según el Banco Mundial, el producto interno bruto per cápita ha caído desde que alcanzó su punto máximo en 2011; el sudafricano promedio se ha vuelto un 23 por ciento más pobre.
Según el Banco Mundial, Sudáfrica tiene la tasa de desempleo más alta del mundo. La desigualdad es también la mayor del mundo.
Los sudafricanos negros, que constituyen el 81 por ciento de la población, son los más afectados por el desempleo y la pobreza. Esto se debe en gran medida al fracaso del sistema escolar público. La mayoría de los sudafricanos blancos tienen empleos y ganan salarios mucho más altos.
John Steenhuisen, un alto político del DA, dijo en Ciudad del Cabo que estaba comenzando un «nuevo capítulo» en Sudáfrica después de dos semanas de intensas negociaciones. La declaración de intenciones firmada establecía que dicha coalición, que incluía a otros partidos, redundaría en beneficio de todos los sudafricanos.
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Dudas sobre la estabilidad del nuevo gobierno
Sin embargo, no todos los representantes del ANC están contentos con la colaboración con la Alianza Democrática, económicamente liberal, que, en opinión de algunos partidarios del ANC, representa principalmente los intereses de la minoría blanca en Sudáfrica.
Las negociaciones entre el ANC y otros partidos representados en el Parlamento aún están en curso. Los comentaristas políticos ya han advertido que un gobierno de unidad nacional podría conducir a un gobierno inestable e ineficiente.
Se necesitan reformas urgentes en el país de 61 millones de habitantes. Durante años, Sudáfrica ha sufrido una economía debilitada, un desempleo masivo, una corrupción profunda, empresas estatales en dificultades y un sector de salud y educación en ruinas.
Fuente: dpa, AP