El rabino Moshe Friedman pide que el tribunal tome medidas contra las circuncisiones rituales ilegales en la comunidad judía. “Se trata de prácticas muy espantosas”, afirma en el programa ‘De Tafel van Gert’. Durante la circuncisión, el circuncidador se lleva a la boca los genitales del bebé, que tiene unos días de nacido, para chupar la sangre. El riesgo de enfermedad es alto.
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