Quizás Martínez siempre pone esa cara cuando tiene una erección

Julien Althuisius

No estoy muy seguro de cómo deshacerme de él, pero el psicólogo de Emiliano Martínez vive en mi cabeza desde hace unos días. Martínez es el portero de la selección argentina. El domingo se proclamó campeón del mundo y también ganó el De Gouden Glove, el premio al mejor portero del torneo. Ahora, la selección de Argentina se parecía mucho a una reunión de casting para lo último de todos modos. Rápido y Furiosopero Emiliano Martínez todavía estaba en una clase propia.

La imagen que me sigue rondando es la foto con lo cual, habiendo recibido el Guante de Oro, lo sostiene con ambas manos frente a su entrepierna, haciendo una mueca como si él – bueno, no sé lo que está tratando de representar, en realidad. Tal vez alguien que está orinando con la polla tiesa y se siente muy aliviado por ello. O alguien que está a punto de ser arrestado por mostrar esa polla erecta a personas que no la pidieron. O tal vez solo pone esa cara cada vez que tiene una erección.

Junto a él en la foto hay un notable de Qatar que se parece tanto a Daniel de Ridder que Daniel de Ridder debe haber comenzado a dudar de sí mismo en los últimos días. Contempla la escena con una mirada que es una mezcla de asombro, repugnancia, fascinación y negación. Creo que Daniel de Ridder se vería exactamente igual si viera a alguien pasar por encima de su cuello a plena luz del día en la calle. Cuando se le preguntó por qué se hizo el gesto del falo, Martínez luego respondió a una estación de radio argentina: ‘Lo hice porque los hinchas franceses me estaban abucheando. No me trates así. Si escuchabas atentamente, podías escuchar al violín más pequeño del mundo tocando de fondo. Recomiendo encarecidamente a cualquiera que acaba de convertirse en campeón del mundo pero todavía está ocupado con los abucheos de un puñado de personas (solo había 5.000 franceses en el estadio, en comparación con 50.000 argentinos) que hable con alguien.

Pero al parecer Martínez ya lo está haciendo: en la previa del Holanda-Argentina, Louis van Gaal había dicho algo sobre una posible tanda de penaltis. “Tomé una captura de pantalla de las declaraciones en mi teléfono”, dijo Martínez. Se lo enseñé al entrenador de porteros ya mi psicóloga. Tras el partido contra Holanda, en el que Martínez atajó dos penales, caminó con el torso desnudo hasta el banquillo de la selección holandesa como un poseso, levantó dos dedos y gritó: «¡Te jodí dos veces!». Muy normal. Casi tan normal como recibir un trofeo de oro y pretender ser una enorme polla. Por eso llevo unos días pensando en el psicólogo de Emiliano Martínez, y en cómo le iría todo a él mismo.



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