Quincy Promes fue condenado este lunes a un año y medio de prisión por apuñalar a su primo en 2020. El tribunal declara culpable al futbolista de agresión agravada. Promes también tiene que pagar a la víctima 7.000 euros en concepto de daños y perjuicios.
Los abogados de Promes, Robert Malewicz y Sophie Hof, decidieron inmediatamente apelar después de consultar con el futbolista. Las promesas pueden esperar esa apelación en libertad.
Promes habló con franqueza sobre el incidente del apuñalamiento en conversaciones grabadas. Según el tribunal, estas conversaciones pueden utilizarse como prueba y conducir a la condena.
El incidente tuvo lugar en Abcoude en julio de 2020. Al final de una celebración familiar, Promes y su primo se pelearon. Se sospechaba que la víctima había robado joyas de la tía de Promes. “Al que le robe, lo mataré”, le dijo después el futbolista a su padre en una conversación escuchada.
En conversaciones posteriores con su padre, Promes dijo que su primo tuvo suerte y que es un “soldado”. El atacante del Spartak de Moscú le dijo a su tía que había salvado el honor familiar: “Recibió su merecido”.
Debido a que solo había una pequeña posibilidad de que la lesión en la rodilla fuera fatal, Promes fue condenado por asalto agravado y no por intento de homicidio o intento de asesinato. El tribunal sigue así el razonamiento del Ministerio Público (OM).
‘Promes no se hace responsable’
Promes fue aprovechado por otra sospecha. Se dice que el exjugador del Ajax está involucrado en la importación de más de 1.300 kilos de cocaína al puerto de Amberes a principios de 2020. Está siendo juzgado por esto en un caso penal separado.
Promes no asistió a ninguna de las sesiones y el juez lo culpa por eso. “Promes no ha asumido ninguna responsabilidad por sus acciones de esta manera”, dice el tribunal. De hecho, Promes incluso parecía orgulloso de ello, y además dijo que su primo debería “recibir balas” la próxima vez.
El tribunal tilda de preocupante que alguien con una función ejemplar como Promes no parezca ver lo reprochable que es su comportamiento y que incluso haya intentado pasar el apuñalamiento a otra persona.