Rafaela Diamant Pinas Aponte y el “mujer hecha a sí misma” más rico del mundo y está a la cabeza de un imperio multimillonario: el MSC, la Compañía Naviera del Mediterráneo la naviera más grande del mundo por capacidad de contenedores.
Rafaela Aponte, quien es la mujer más rica del mundo
Rafaela Diamant Pinas Aponte, hija de un banquero israelí radicado en Suiza, es una mujer fuerte y decidida. Y ella es la mujer sin la cual MSC no habría tenido el éxito que ha tenido.
Conoce a su esposo Gianluigi Aponte por primera vez en la década de 1960, durante un viaje en barco a Capri. Él, originario de la cercana Sant’Agnello, era el capitán de un barco que transportaba turistas desde Nápoles. Un encuentro que los ha mantenido unidos desde entonces. De hecho, muy pronto se unió a ella en Ginebra al aceptar un trabajo como corredor en un banco local.
De un carguero al éxito
La historia profesional que los une es muy hermosa: la idea es montar una naviera juntos que pudiera surcar los mares del mundo entero. Pero, sin exagerar, los dos comienzan solicitar y obtener un prestamo de 200 mil dolares y con ese dinero compran el primer barco, un pequeño carguero que se llamará patricia.
Pero el sueño es crecer y por eso la pareja lanza MSC en Ginebra: desde ese momento compraron más y más barcos, llegando a tener hasta 17 solo en 1979.
La fuerza y determinación de Rafaela Aponte
La aventura ha comenzado y nunca se detendrá: a lo largo de los años, MSC ha crecido hasta convertirse en una de las compañías navieras más grandes del mundo. expandiendo su negocio a los crucerosconvirtiéndose en una de las líneas de cruceros más grandes del mundo y luego en 2000 al negocio de terminales de contenedorescon el mismo éxito.
Una historia de amor y negocios.
Gianluigi y Rafaela siempre están juntos hoy y siempre son los únicos accionistas con una participación del 50% cada uno. Con ellos también está su hijo Diego, quien es presidente de la empresa, mientras que Gianluigi es presidente ejecutivo.
Rafaela forma parte de la junta directiva y se encarga de decorar los cruceros y aunque no tiene un cargo formal dentro del imperio MSC, sin ella Gianluigi no hubiera llegado donde está.
De hecho, su esposa fue fundamental para el crecimiento de la empresa: «Su papel fue decisivo» y si lo dice el hombre que en 1970 prestó a los Apontes el dinero para la compra de su primer barco, Dominique Denat, hay que creerle.
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