Quién es Osti, el técnico del Milan apuntado por repetidas lesiones

Sus compañeros lo respetan, sus fans lo acusan. A lo largo de veinte años de carrera, trabaja junto a Pioli desde 2011.

Matteo Osti goza de gran popularidad entre los aficionados rossoneri: algo inusual para un entrenador deportivo, una figura que trabaja entre bastidores. En las redes sociales, en cambio, se le considera protagonista y se le confía el papel de villano. A la afición milanista que lo considera el principal culpable de la (mala) salud muscular de Kalulu, Leao, Thiaw… Osti puede oponerse al título de mejor entrenador de 2021-22, el año del scudetto. Otorgado el Cronómetro de Oro por sus propios compañeros. «He estado haciendo este trabajo durante veinte años y es realmente un gran honor haber logrado este objetivo», dijo en ese momento. Nacido en 1971, originario de Ostiglia, en la provincia de Mantua, Osti supervisó la preparación atlética del Chievo en la Serie A en 2010 y luego del Palermo. La colaboración con Stefano Pioli comenzó en Bolonia en 2011 y continuó con Lazio, Inter, Fiorentina y Milán. Para el club, el técnico y su equipo no son los principales responsables de las numerosas paradas físicas de la plantilla rossoneri: como mucho, comparten la culpa. Lo que en cierto modo también se reconoce: «Intentaremos entender el motivo de tantas lesiones, los datos me preocupan», admite Pioli. Si bien la predicción hecha antes del Milán-Fiorentina no se cumplió: «El parón nos ayudó a encontrar algunas soluciones, estoy seguro de que las cifras de lesiones mejorarán en el futuro». En cualquier caso, es inevitable que la labor del preparador deportivo esté asociada externamente a la aptitud física del equipo.

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E incluso dentro de Milanello se volverá a reflexionar sobre los métodos de trabajo de Osti y del personal. Hace sólo diez días, el propio Osti participó como ponente en la conferencia «Il Nuovo Calcio», donde se presentó como un experto en «el entrenamiento de alta velocidad e intensidad en el fútbol». En la ocasión explicó: «¿Los pilares de nuestro trabajo? Conciencia y responsabilidad. El jugador también debe implicarse durante el trabajo deportivo, es parte activa del mismo. Por eso pretendemos implicar lo máximo posible incluso a quienes juegan». «Menos. No es raro ver a los jugadores trabajando, incluso una hora después del final de la sesión. Se quedan para recuperarse, aprenden a manejarse». Curiosidad: un precedente similar, con el preparador físico en el banquillo, ya había involucrado al club en 2017. El Milán de Montella, débil y descargado en algunas salidas, identificó al culpable en Emanuele Marra, encargado de la preparación. La empresa decidió destituirlo.



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