El padre Benanti es el nuevo presidente de la Comisión de Información de AI. Profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana, es el único miembro italiano del Comité de Inteligencia Artificial de las Naciones Unidas. Es asesor del Papa Francisco en los temas de inteligencia artificial y ética de la tecnología. Ocupa el lugar de Giuliano Amato, que dimitió de su cargo tras una acalorada controversia con la primera ministra Giorgia Meloni.
Experto en ética tecnológica.
Desde 2008 trabaja como docente en la Pontificia Universidad Gregoriana, en el Instituto Teológico de Asís y en el Pontificio Colegio Leoniano de Anagni. Además de cursos institucionales en moralidad sexual y bioética, se ocupa de neuroética, ética de las tecnologías, inteligencia artificial y poshumanidad. Desde 2015 intenta aplicar y desarrollar un marco ético para la inteligencia artificial desarrollando los conceptos de algoretica y algocracia.
Seleccionado por el MISE para preparar la estrategia nacional de IA
En 2018 fue seleccionado por el Ministerio de Desarrollo Económico como miembro del grupo de treinta expertos que a nivel nacional desarrollarán la estrategia nacional sobre inteligencia artificial y la estrategia nacional sobre tecnologías basadas en registros compartidos y blockchain.
Nombrado por el Papa
En 2019 el Papa Francisco lo nombró Consejero de la Penitenciaría Apostólica (el dicasterio más antiguo de la Curia y el primero de los tribunales de la Curia Romana). El 11 de noviembre de 2019 el Pontífice lo nombró Consultor del Pontificio Consejo para la Cultura cuyo regente es el cardenal Gianfranco Ravasi y que tiene como objetivo “fomentar las relaciones entre la Santa Sede y el mundo de la cultura, promoviendo en particular el diálogo con las diversas culturas de nuestro tiempo”. , para que la civilización humana se abra cada vez más al Evangelio, y los amantes de las ciencias, las letras y las artes se sientan reconocidos por la Iglesia como personas al servicio de la verdad, del bien y de la belleza”.
«Una máquina capaz de narrar»
En una reciente entrevista con los medios vaticanos, Benanti, hablando de su papel en la ONU, explicó que entre sus tareas está la de “evaluar los riesgos, no sólo por las desigualdades que pueden aumentar, sino porque especialmente en las últimas formas de inteligencia artificial, como ocurre con ChatGpt: tenemos una máquina que es capaz de “narrativa”, capaz de contar historias y las historias pueden ayudar a moldear la opinión pública. Esta máquina, por tanto, puede utilizarse con fines que no son precisamente positivos, como aumentar el odio social o crear enemigos donde no los hay. Una máquina que puede influir tanto en la opinión pública es claramente una máquina que debe ser examinada con mucha atención, especialmente por aquellos organismos que desean colaborar por la paz global o el desarrollo equitativo”.