Luke Littler tiene sólo dieciséis años, pero ya hace honor a su apodo The Nuke (el árbol atómico). El impacto del niño prodigio de 16 años en el mundo de los dardos es enorme. A todo el mundo en Inglaterra, incluidas las tiendas de kebab de Londres, le encanta la arrogancia del joven. El miércoles jugará la tercera ronda del Mundial de Dardos. ¿Y en la cuarta ronda? Entonces Raymond van Barneveld podría estar esperando: “Es bueno que la gente me compare con mis ídolos”.
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