Querida energía, el recorte de facturas ha costado 10.000 millones desde julio


Diez mil millones en ocho meses para reducir el costo de los cargos del sistema general en la factura. Este es el esfuerzo puesto en marcha por el Gobierno, desde el pasado mes de julio, para contener el impacto de esta carga, eliminando sus efectos en la factura eléctrica y reduciendo significativamente la repercusión en la del gas. Para aligerar el peso de las subidas de precios provocadas sobre todo por la subida de los precios del gas, ahora amplificada por el conflicto entre Rusia y Ucrania, que corre el riesgo de complicar aún más el escenario, haciendo necesarias nuevas intervenciones por parte del ejecutivo.

La ultima maniobra

El movimiento más reciente es el encarrilado con el decreto energético, aprobado en Consejo de Ministros el pasado 28 de febrero, con el que se destinaron nuevos recursos para reiterar el recorte de los cargos que el Gobierno ordena -desde julio pasado- para tratar para amortiguar, aguas abajo, el repunte del coste de las materias primas registrado aguas arriba. Así, se preveían 1.800 millones de euros para cancelar, también en el segundo trimestre, las tarifas relativas a los cargos del sistema general en las facturas eléctricas de los hogares y microempresas (aquellas con potencia disponible hasta 16,5 kilovatios). Básicamente, 25 millones de hogares y 6 millones de empresas (típicamente empresas muy pequeñas, artesanos, pequeñas administraciones como escuelas, etc.).

Otros 1.200 millones sirvieron, pues, para garantizar un resultado similar para las potencias disponibles iguales o superiores a 16,5 kilovatios, incluidos los puntos de toma de la energía eléctrica utilizada para el alumbrado público y para la recarga de vehículos eléctricos en lugares públicos (en total más de una millones de usuarios). A estos, también se sumaron 250 millones para reducir los gastos generales de gas de abril a junio.

Un pastel de 15 mil millones al año

En conjunto, por tanto, una intervención valorada en más de 3.200 millones para volver a reducir el coste final que paga el usuario. No obstante, el efecto de las subidas de precios sigue sintiéndose, y bastante. Tanto es así que la Autoridad de Energía, Redes y Medio Ambiente (Arera), en una reciente audiencia parlamentaria, constató un aumento del 131% de la electricidad en el primer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2021 para el cliente doméstico (de 20,06 a 46,03 céntimos de euro el kilovatio hora, impuestos incluidos) y el 94% para el cliente de gas natural (de 70,66 a 137,32 céntimos de euro el metro cúbico, impuestos incluidos).

Aumentos significativos, que sin la ayuda del gobierno habrían sido aún más pesados. Porque, junto con el efecto de los aumentos de precios de las materias primas, las facturas también se imputarían al gasto en que incurren todos los usuarios para financiar los costos generales del sistema. Que, a partir de 2015, han tenido un importe estable cuantificable en unos 14-15.000 millones de euros anuales (e igual a 14.900 millones también en 2020, último dato disponible), llegando a pesar aproximadamente entre una quinta y una cuarta parte del total. cuenta.



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