Querida energía, el doble escudo para proteger a los clientes de obtener ganancias adicionales

Según quien, la elección hecha en su momento, consistente en encomendar a la Arena el poder de fiscalización “sobre el cumplimiento oportuno de la prohibición de traducción”, era difícil de implementar dada la dificultad, escribió entonces la Consulta a raíz de las constataciones realizadas por la propia Autoridad, “Aislar, en una economía de mercado, la parte del precio cobrado por concepto de transferencias tributarias”.

El papel de la Antimonopolio

A partir de ahí, por lo tanto, el gobierno avanza ahora elaborando una regla, de duración limitada en el tiempo y que limita cualquier “extracción” a las ganancias extra únicamente. Y la decisión de llamar al Antimonopolio al campo también se deriva de ese veredicto. Esto también, sin embargo, corre el riesgo, como entonces, de ser un arma contundente. Incluso si la Autoridad identifica irregularidades, de hecho tendría las manos atadas porque en el artículo, señalan los expertos, no hay facultades sancionadoras ad hoc que la Antimonopolio, según la legislación vigente, pueda activar solo en presencia de “acuerdos” restrictivos. competencia y “abuso de posición dominante”.

En ausencia de estos casos, la Autoridad tiene un margen de maniobra muy limitado. Sin mencionar que, para una actividad de supervisión efectiva, se necesitarían recursos adecuados, ya que la Agcm ya cuenta con diversas habilidades y una plantilla de 280 personas. Lo cual, si se compara con los 900 empleados de la contraparte inglesa o los 400 de la alemana (solo por la parte antimonopolio, no la de protección al consumidor), corren el riesgo de representar un nodo más para la puesta a tierra del estándar.



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