Querida energía, créditos fiscales y facturas a plazos, las hipótesis en el terreno para el nuevo decreto de Ayudas


Entre el Palacio Chigi y el Ministerio de Economía, los técnicos trabajan incansablemente para reconocer los recursos del nuevo decreto de Ayuda. Este es el verdadero quid de la disposición que llegará en dos turnos: por la tarde el Consejo de Ministros examinará la cuantía de los fondos para frenar la costosa energía. Se habría identificado un ingreso fiscal extra. Pero solo después de que el Parlamento haya autorizado el uso del aumento de los ingresos para la ayuda (probablemente la próxima semana), se puede aprobar el decreto.

Tamaño de la dotación financiera

Por ahora, la dote posible se mantiene fija en 10.000 millones, pero con el nuevo “tesoro fiscal” debería subir a 13. No hay brecha en el déficit, precisan fuentes del Palazzo Chigi: la revisión de los saldos de las finanzas públicas se hace con los recursos existentes. Mientras tanto, hay caos en el Senado por el Aid bis: la mayoría -con los partidos en plena campaña electoral- no encuentra el acuerdo sobre las enmiendas y la sesión de la Cámara se pospone para la próxima semana. Una actitud que irrita a las altas esferas del Gobierno (“así que te arriesgas a bloquear las ayudas a familias y empresas”).

Los ingresos adicionales

También por la tarde, a las 15 horas, llegará al Consejo de Ministros el informe de las Cortes que certifica los ingresos adicionales del Estado que constituyen una parte de la dote global que se destinará al decreto (como el IVA de julio y agosto y beneficios extra). Se trata de unos pocos miles de millones, filtrados por los expertos, a los que hay que sumar los fondos no gastados y los anticipos.

De los créditos fiscales al bono social

Las medidas en proyecto van desde la prórroga para el último trimestre de los créditos fiscales (estimados en 4.000 millones, 5 si se reforzarán) hasta ayudas a pymes en crisis de liquidez, desde bonificaciones fiscales hasta cuotas de energías renovables reservadas a sectores industriales cruciales. También se trabaja en el fortalecimiento del bono social para familias de bajos recursos y en precios de gas “controlados” para empresas intensivas en energía que lo compran a través del GSE (con contratos a largo plazo). El Cig con descuento de dos meses para las empresas más conflictivas no ha desaparecido del todo, mientras que el abono de las facturas en las últimas horas habría bajado de precio, según los rumores.

Ayuda bis, tensiones políticas

El bis decreto de ayudas en el Senado transita por un camino paralelo, donde la mayoría, lidiando con las reformas, no logra desatar los nudos del Superbonus, el trabajo inteligente y el maestro experto. Saltada la hipótesis de retirada de las enmiendas para evitar la caducidad de la disposición (M5s y Ac se oponen), se intentará conceder a los grupos una o dos propuestas de modificación cada uno. El ilusionado reinicio de las actividades parlamentarias supone también la vuelta al escenario del ministro de Relaciones con el Parlamento, Federico D’Incà, que intenta destrabar el impasse y convoca a los líderes del grupo. Pero el resultado sigue siendo el aplazamiento a la próxima semana. Hay quien hipotetiza que el decreto se manda a “morir”, quien promete que será aprobado “cueste lo que cueste”: lo cierto es que las tensiones de la campaña electoral inevitablemente repercuten en el proceso legislativo. Y un gobierno de actualidad no puede confiar.



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