Por Ralf Kuhling
Cuando Queen llega a la ciudad, Freddie Mercury siempre está allí de alguna manera, incluso si han pasado más de 30 años desde su muerte.
El viernes, la banda hará una aparición especial con el cantante estadounidense Adam Lambert, de 40 años, en el Mercedes-Benz Arena con entradas agotadas. En 2012 siguió esos pasos en los que nadie encaja.
Cuando Lambert canta “Somebody To Love” es intenso, conmovedor, conmovedor. Pero es una cosa por encima de todo: Adam, no Freddie, cualquier cosa menos una copia. Lambert es gay, al igual que Freddie, le encanta el teatro.
¿Y cómo domina la disciplina suprema, es decir, “Bohemian Rhapsody”? Soberano. Fue precisamente esta obra maestra la que interpretó en un programa de talentos de Estados Unidos en 2009, y donde los jueces se preguntaron: ¿Cuánta confianza en sí mismo tiene que tener alguien para competir con una obra tan peliaguda?
Ya en 2003, Lambert demostró su versátil talento para el canto. Vivió en Berlín durante seis meses y perteneció al conjunto del musical “Hair” en el Teatro Schiller.
Antes de Lambert, a la leyenda del blues rock Paul Rodgers se le permitió tomar el micrófono de Queen. Juntos lanzaron el álbum “The Cosmos Rocks”. No respiraba ni remotamente el espíritu de Freddie Mercury.
Queen y Lambert no hicieron un álbum. La gira pretende ser un chapuzón en las canciones más emocionantes de la historia del rock.