¿Qué resultó? En el Boxing Day el restaurante chino está lleno

Aaf Brandt Corstius

Una vez leí que los judíos en Estados Unidos van al restaurante chino y al cine en Navidad. Este hecho permaneció persistente en mi mente, porque nada me parecía mejor que ir al restaurante chino y al cine en Navidad. O cualquier día que no sea Navidad.

Le mencioné este hecho en casa a mi marido, que, si no contamos el hecho de que no sabe nada de judaísmo, es ciertamente judío, y también lo comentó. Creo que le gustaría ir al restaurante chino y al cine dos veces al día, durante todo el año.

Así que lo hicimos este año. Tenemos suerte con las familias pequeñas y sin reclamaciones, lo que nos permite tener una Navidad manejable; el Boxing Day podríamos fácilmente ir a los chinos sin decepcionar a nadie.

Se abrió un mundo nuevo para mí. El día de Navidad el restaurante chino está lleno. Especialmente con familias holandesas-chinas, familias surinamesas y turistas chinos. Es cálido, ruidoso y acogedor. Este era uno de esos restaurantes con mesas redondas y un plato giratorio en el medio con todos los platos encima, que los invitados, aletargados por toda la comida, giraban para servir un poco más.

Comimos mucho y rápidamente salimos nuevamente para poder caminar hasta el cine. Allí se volvió Wonka, la película sobre cómo Willy Wonka puso en marcha su fábrica de chocolate. Esa historia no la inventó Roald Dahl, sino un cineasta contemporáneo, y sin embargo me parecía bastante lógica. De hecho, Willy Wonka sabe hacer magia, ha enfrentado muchas adversidades y el chocolate es lo mejor del mundo: eso es el resumen si no quiero dar spoilers.

Desde la anterior película de Charlie de 2005, la historia se ha adaptado a los tiempos modernos, porque el Oompa-Loompa ya no es una persona pequeña: el Oompa-Loompa es ahora Hugh Grant en proporciones de gnomo. Mucho más pequeño que los antiguos Oompa-Loompas, así que no lastimarás a nadie con eso. Todavía es naranja.

Después de ver la película, de repente me pregunté si era realmente cierto que los judíos en Estados Unidos van al restaurante chino y al cine en Navidad, o si se me había ocurrido a mí mismo porque pensé que sería divertido. Lo busqué en Google y resulta que incluso hay trabajos científicos escritos al respecto. Es cierto. Todo empezó en el Lower East Side de Manhattan, donde vivían muchos judíos y chinos, y donde en 1935 el dueño de un restaurante chino ya llevaba comida para llevar al orfanato judío en Navidad. Y: los judíos no tenían nada que hacer en Navidad, pero sí tenían un día libre, así que iban al cine. De esta manera crearon su propia tradición en un lugar nuevo donde todos los demás celebraban la Navidad.

Creo que se trata de la mejor tradición que jamás haya comenzado.



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