Después del triunfo por 3-0 sobre Chile, la situación nos sitúa en igualdad de puntos con los sudamericanos. Pase lo que pase, sin embargo, nuestro destino pasa por Chile-Canadá
Incluso con un enorme esfuerzo, Italia cumplió con su deber y venció a Chile por 3-0, colocándose nuevamente en la carrera por la clasificación para la final que se celebrará en noviembre en Málaga. Pero aún no está hecho: hay que vencer a Suecia, colista del grupo C, y esperar que Chile no derrote a Canadá, porque en ese caso se produciría la temida clasificación separada, donde puede pasar cualquier cosa. Actualmente Italia y Chile están empatados a puntos con un partido ganado cada uno. Los azzurri están por delante en el choque directo, pero están en desventaja en términos de sets perdidos (9 para los azzurri, 7 para los sudamericanos) y lamentablemente en el caso de clasificaciones separadas, este último criterio es más válido.
Italia clasifica si:
-Canadá vence a Chile e Italia vence a Suecia por cualquier puntaje.
-Italia vence 3-0 a Suecia y Chile vence 2-1 a Canadá.
-Italia vence 2-1 a Suecia y Chile no vence a Canadá.
-Italia vence a Suecia 2-1 y Chile vence a Canadá con el mismo marcador pero perdiendo un set más que nosotros en el cómputo total de sets, dado que el ranking sería aparte.
Si Canadá pierde 3-0 contra Chile e Italia gana 3-0 contra Suecia, habrá una clasificación separada. Nos fijaremos en los sets ganados o los juegos ganados, siendo todos 2-1 como partidos ganados y 6-3 como partidos ganados. En ese momento, los chilenos y los norteamericanos serían recompensados. Pase lo que pase, por tanto, el destino azul está ligado a lo que suceda en el Chile-Canadá y no depende sólo de la victoria ante Suecia del equipo capitaneado por Volandri.
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