¿Qué lecciones podemos aprender de la política del coronavirus? La OCDE califica de «admirable» el enfoque belga


En un informe de casi trescientas páginas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) hace balance de la política belga sobre el coronavirus. Éstas son cinco grandes lecciones.

Jeroen Van Horenbeek y Stavros Kelepouris

1. No lo hicimos tan mal

Según Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, nuestro país ha cometido errores durante la crisis del coronavirus. Especialmente en 2020, el primer año de la pandemia. «Pero Bélgica también hizo muchas cosas bien». En definitiva, el australiano habla de una política corona “admirable” en circunstancias excepcionales.

El propio informe afirma: “Aunque a Bélgica le fue mal durante el primer año de la pandemia (…), su sistema sanitario pudo responder con bastante solidez y adaptarse a lo largo del camino”. Esto incluye un rápido aumento del número de camas de hospital, una campaña de vacunación fluida y apoyo a las empresas.

“Estoy realmente feliz de que esta evaluación haya sido encargada a la OCDE. Necesitamos aprender lecciones de la gestión de la pandemia. Hay una tendencia constante a volver al orden del día. Además de los puntos positivos, el informe contiene una batería de recomendaciones. Hay que reconvertirlos”, responde el excomisionado de la Corona, Pedro Facón.

2. El comienzo fue desastroso

Las críticas de la OCDE se centran principalmente en el primer año de la crisis del coronavirus: 2020. Un año en el que las personas mayores demostraron ser un bocado del virus. Lo que se tradujo en un exceso de mortalidad.

“La intensidad de las dos primeras ondas de corona en Bélgica provocó un fuerte aumento del número de muertes en 2020. Eso fue un 11,8 por ciento más que antes de la pandemia y más del doble que el promedio de los países de la OCDE (5,8 por ciento). Bélgica obtuvo peores resultados que todos sus países vecinos”.

La buena noticia: Bélgica se recuperó. En 2021, el exceso de mortalidad fue un 3,2 por ciento menor que antes de la pandemia. En 2022, esa cifra fue del 1,2 por ciento. Durante todo el período, Bélgica obtuvo mejores resultados que Francia, Alemania y los Países Bajos. Sólo en Luxemburgo el exceso de mortalidad fue menor entre 2020 y 2022.

Una habitación abandonada en un asilo de ancianos.Imagen Wouter Van Vooren

La OCDE señala que Bélgica no estaba suficientemente preparada para una crisis sanitaria de esta magnitud. Uno de los principales problemas fue la escasez de equipos de protección, como mascarillas. Se pagaron peajes en los centros de atención residencial. Casi la mitad de todas las muertes por corona belga fueron residentes de residencias de ancianos. En 2020, eso fue nada menos que el 57 por ciento.

Facon hace balance: “En los centros de atención residencial han muerto personas que no deberían haber muerto si hubiéramos estado mejor preparados. En la primera fase también nos fijamos demasiado en los hospitales; yo fui en parte responsable de ello. No debemos minimizar eso”.

3. Y las escuelas permanecieron abiertas.

La educación estaba luchando como nunca antes bajo el coronavirus. Durante la pandemia, surgió una acalorada discusión entre partidarios y detractores de medidas estrictas en las escuelas.

Una vez más, la OCDE ve un comienzo difícil: “Como la mayoría de los países, Bélgica enfrentó grandes desafíos para garantizar la continuidad de la educación durante la crisis. En las tres comunidades lingüísticas, cuando las escuelas cerraron inicialmente, había una falta generalizada de preparación para el aprendizaje a distancia”.

Pero aquí también la OCDE está viendo una mejora gradual. Se destaca el esfuerzo conjunto de los distintos ministros de educación para mantener abiertas las escuelas. Ese esfuerzo aseguró que Bélgica fuera “uno de los países de la OCDE donde las escuelas se cerraban con menos frecuencia”. En Alemania, por ejemplo, las escuelas finalmente permanecieron cerradas un poco más.

Debido a la falta de datos, la OCDE no hace declaraciones sobre la influencia exacta de la política del coronavirus en la calidad de la educación belga. Aunque los últimos resultados de PISA muestran que esta sigue cayendo.

4. El (joven) belga sufrió mentalmente

La pandemia ha supuesto una pesada carga psicológica para la sociedad: niños sin contacto social, padres que han tenido que compatibilizar el trabajo desde casa y el cuidado de sus hijos, personal sanitario muy sobrecargado, personas mayores aisladas…

“En los catorce países de la OCDE de los que hay datos disponibles, la pandemia provocó un aumento significativo en el número de problemas de salud mental autoinformados. En algunos países, la proporción de la población que reportó síntomas de ansiedad y depresión se duplicó. Este fue casi el caso en Bélgica en 2020”.

Los jóvenes siguen siendo una preocupación, dice la OCDE. En muchos países, sus investigadores notan un “impacto desproporcionado” de la crisis del coronavirus en el bienestar mental de los jóvenes (de 18 a 29 años). Bélgica no es una excepción. Aquí también fueron los más afectados.

En lo que respecta a la comunicación de crisis (con, por ejemplo, la infame presentación en PowerPoint de la ex Primera Ministra Sophie Wilmès), la OCDE es indulgente. “Las comunicaciones en general se mantuvieron coherentes durante la crisis. Los líderes políticos del país aparecían a menudo en los medios para compartir información”.

5. El tiro fue crucial

La OCDE ve la rápida campaña de vacunación como la principal razón por la que Bélgica se recuperó en 2021 y 2022.

La OCDE no tiene una opinión clara sobre la controvertida introducción del Covid Safe Ticket (CST). “Por un lado, algunas personas informaron que se vacunaron para viajar más fácilmente y evitar múltiples pruebas. Entonces es posible un efecto positivo. Pero, por otro lado, también existía la preocupación de que el CST llevara a una sensación de falsa seguridad y aumentara las divisiones sociales”.

Facon: “Debemos reconocer que sigue existiendo incertidumbre sobre la eficacia del CCT. Y luego también viste la reacción social. Por lo tanto, su posible uso en el futuro requiere una consideración exhaustiva”.



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