Los pasajeros de autobús en Drente se encontraron esta mañana con una desagradable sorpresa. Debido a una avería, todos los autobuses de Qbuzz estuvieron parados durante más de una hora y media. Y eso provocó caras de decepción en el transferium de Gieten.
“Llevo más de una hora esperando”, suspira un hombre. “Ahora llego dos horas tarde a mis prácticas”. Había más en ese barco. “Tengo que estar en el trabajo a las ocho y media. Espero que finalmente venga…”
Varios viajeros varados optan por un transporte alternativo. “De lo contrario llegaré tarde”, dice una chica cuyas esperanzas ya se han desvanecido. “Según el cartel informativo, el autobús debería llegar, pero el viaje siempre se cancela en el último momento. Así que pedí un taxi. Ojalá llegue”.
Según Qbuzz, los primeros conductores se enteraron de la avería en el sistema de comunicación alrededor de las 5:30 de la mañana. Como no parecía posible realizar llamadas de emergencia desde el autobús, se decidió cerrar todo el transporte de autobuses en Drente y Groninga. “La seguridad de nuestros conductores y pasajeros es extremadamente importante”, subraya un portavoz.
Los problemas se resolvieron sobre las 7:30 horas y se pudo reanudar el horario. Como resultado, los autobuses tuvieron que parar durante más de una hora y media. Cuando los conductores volvieron a ponerse al volante, el retraso continuó durante un rato. Por ejemplo, los viajeros que se dirigían a Assen tenían que esperar el autobús mientras ya se dirigían hacia y desde Groningen.
Según Qbuzz, el calendario no siempre transcurre sin problemas después de una interrupción repentina. “La puesta en marcha lleva tiempo. Los autobuses tienen que regresar del garaje al lugar original o adelantar un poco para llegar a su destino. En realidad, no decimos: todos conducen primero a Groningen”, afirma el portavoz.