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Qatar Airways está cerca de cerrar un acuerdo para comprar una participación en la aerolínea regional más grande de Sudáfrica, Airlink, en la última etapa de la ambiciosa expansión de la aerolínea del Golfo en el continente.
Las dos partes han mantenido conversaciones detalladas sobre una inversión de Qatar Airways, que es propiedad absoluta del gobierno qatarí, aunque aún no se ha llegado a ningún acuerdo final, según personas familiarizadas con el asunto.
La inversión fortalecería la red de Qatar Airways en el sur de África, dándole a la aerolínea acceso a pasajeros de ciudades regionales y, en última instancia, canalizando más tráfico a través de su centro de operaciones en Doha.
El director ejecutivo de Qatar Airways, Badr Mohammed Al Meer, dijo a los periodistas esta semana que su aerolínea estaba en las “etapas finales, finales” de completar una inversión en una aerolínea del sur de África, sin nombrar a Airlink.
Dijo que el sur de África era la «parte faltante de la ecuación» en la red de la aerolínea en la región, luego de una asociación con Royal Air Maroc y una inversión planificada en el 49 por ciento de RwandAir de África central.
“Esta aerolínea en el sur de África era importante para nosotros para crear una red y cubrir todas las ciudades del continente”, dijo.
Una persona familiarizada con las conversaciones dijo que Airlink había estado discutiendo “varias oportunidades” con los qataríes durante algún tiempo, incluida una posible inversión de capital.
Cuando el Financial Times se puso en contacto con él, el director ejecutivo de Airlink, Rodger Foster, se limitó a decir: «Airlink siempre está explorando oportunidades y está en conversaciones con varias aerolíneas asociadas existentes. Sin embargo, no nos hemos comprometido a ninguna inversión de capital estratégica vinculante».
La aerolínea, que cuenta con 66 aviones operativos, transporta más de 3 millones de pasajeros cada año a destinos en más de 15 países del África subsahariana, incluidos Sudáfrica, Botswana y Tanzania, así como la remota isla de Santa Elena en el Atlántico sur.
La empresa fue fundada hace 32 años por Foster y Barrie Webb, y lanzada en 1995, un año después de las primeras elecciones democráticas de Sudáfrica al final del apartheid.
Los accionistas incluyen a Foster and Webb, la compañía de inversiones Coronation Capital y Sishen Iron Ore Community Development Trust, que posee el 32,5 por ciento en nombre de 350.000 familias pobres del Cabo Norte de Sudáfrica.
La aerolínea es rentable y quienes están cerca de las negociaciones dijeron que su motivación para cualquier acuerdo de capital sería estratégica, más que financiera.
Un acuerdo “tendría que ofrecer beneficios significativos en términos de mayor tráfico, alcance de mercado más amplio y profundo, menores costos de distribución y peso a la hora de negociar con proveedores, arrendadores y aseguradores”, dijo una persona.
Qatar Airways ya vuela a 30 destinos en África, una región en la que se prevé que la demanda de viajes aéreos crezca rápidamente a medida que se desarrollen las economías. El fabricante de aviones estadounidense Boeing ha estimado que el tráfico de pasajeros intraafricanos se cuadruplicará en los próximos 20 años.
«La escala de Airlink como aerolínea regional es adecuada para Qatar, y está bien administrada, con un equipo de gestión conservador que la ha mantenido rentable durante mucho tiempo», dijo el Dr. Joachim Vermooten, economista de transporte de la Universidad de Johannesburgo.
Vermooten dijo que Airlink fue una de las pocas aerolíneas sudafricanas que emergió de Covid más fuerte que antes, y pudo capturar una mayor participación del mercado regional una vez que la aerolínea nacional, South African Airways, fue puesta en rescate comercial.
El único punto de fricción en cualquier acuerdo son las normas de Sudáfrica sobre licencias aéreas, que estipulan que las aerolíneas nacionales deben estar controladas en un 75 por ciento por sudafricanos y las aerolíneas transfronterizas deben ser propiedad “sustancialmente” de residentes. Pero Vermooten dijo que estos requisitos de propiedad local se están flexibilizando lentamente a nivel mundial para garantizar que las aerolíneas locales tengan el poder financiero para “aumentar su base de capital”.