El parque de atracciones cerró sus puertas hace 25 años y se transformó en el actual Plopsaland. Muchos de los atributos de Meli se vendieron y muchas de esas piezas terminaron en manos de Fabien de Beveren-Leie. Algunas abejas icónicas y el comedor de papel, entre otros, se encuentran ahora en la casa del jardín de Fabien, pero él prefiere verlo de otra manera.
“Hay una casa Meli en Plopsaland, pero no creo que sea un homenaje al Melipark. Tenemos muchas cosas hermosas. Si quieren, pueden prestarlo para que las personas que conocieron el Meli puedan verlo y admirarlo”, dice Fabien.