Después de cuatro victorias consecutivas, los parisinos, sin el lesionado Donnarumma, sólo consiguieron un empate: ahora Marsella y Mónaco amenazan el primer puesto.
Primera parada del PSG. No es una derrota, sino un empate que allana el camino para el Marsella de De Zerbi. Al menos para enganchar al equipo a los parisinos en la cima, posiblemente venciendo al Lyon mañana por la noche. Un gol también al alcance del Mónaco en el partido del domingo contra el Le Havre. La culpa la tuvo el liderato de Nakamura, neutralizado en Reims por Dembélé.
VENTAJA
—
Un gol que también es fruto de la idea del equipo local de no encajar al PSG. O al menos, no quedarse atrapado esperando el golpe final. El equipo de Elsner se enfrenta a los ilustres invitados quizás sin bravuconadas, pero con los conceptos claros: pelear en el medio campo, bloquear las bandas y contraatacar. Todo con un espíritu de sacrificio colectivo y solidaridad. Incluso en las reanudaciones, feroz y bien estudiado. Como el que se adelantó en el minuto 9 con el delantero Diakité que en pivote abrió por la izquierda para un centro atrás de Ito, recogido en el centro del área por el otro japonés Nakamura que la metió aprovechando un rebote de Marquinhos. Safonov no puede hacer nada, bajo la atenta mirada de Donnarumma, lesionado pero en la grada.
VALOR
—
Naturalmente, el PSG no cambia de postura y monopoliza el partido con picos de posesión muy superiores al 80% (y una media final del 78%), eliminando cualquier punto de referencia en ataque: Kolo Muani se ensancha hacia la izquierda, haciendo que el extremo suba a Doué en el centro. de la zona, alternando a su vez con Barcola. No hay roles fijos, pero el único disparo realmente complicado es el de Lee, que remata con potencia, sin sorprender a Diouf, que se salva en un córner (21′). Luego, en la segunda parte, Luis Enrique dio entrada a Dembélé por el lesionado Doué, pero lo dejó por la derecha. Y de allí emerge para recoger el centro de Neves y rematar. Entonces el Reims resistió, pero desperdició el segundo gol con Salamá en el tiempo añadido. Una oportunidad que potencia el sufrido punto del PSG, ahora al alcance de Marsella y Mónaco.
© TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS