Las protestas han estallado en Irán tras la muerte de una mujer de 22 años. Mahsa Amini murió en el hospital el viernes, días después de su arresto por parte de la brigada antivicio, informó su familia. Internet se redujo parcialmente después de las protestas, dijo el viernes la organización Netblocks, con sede en Londres.
La muerte de la mujer, que se encontraba en coma desde el martes en la capital, Teherán, también fue reportada por medios iraníes. Anteriormente, la fiscalía en Teherán anunció una investigación. El presidente iraní, Ebrahim Raisi, ha dado instrucciones al Ministerio del Interior para que investigue el contexto de los hechos. El caso generó indignación en las redes sociales.
Según informes policiales, la mujer fue detenida en Teherán el martes y llevada a una comisaría. Allí, según los informes, desarrolló problemas cardíacos y fue llevada a un hospital, donde entró en coma.
En línea, el incidente se interpretó de manera diferente. Por ejemplo, la mujer fue arrestada inicialmente porque su velo no le quedaba bien. Al parecer, protestó por su detención y fue llevada a la comisaría. Allí habría recibido un golpe en la cabeza, provocándole una hemorragia cerebral. Las autoridades lo niegan rotundamente.
El incidente también fue discutido en el parlamento. Varios diputados exigieron la publicación de los videos policiales para brindar claridad. El expresidente Mohammad Khatami también expresó críticas.
Cumplimiento del código de vestimenta violenta
Irán ha aplicado estrictos códigos de vestimenta desde la Revolución Islámica en 1979. Especialmente en las grandes ciudades y los barrios más ricos, muchas mujeres ahora interpretan las reglas de manera bastante laxa, para disgusto de los políticos ultraconservadores. El gobierno del presidente Ebrahim Raisi y la línea dura en el parlamento han estado tratando de hacer cumplir las leyes islámicas de manera más estricta durante meses. El escuadrón antivicio hace cumplir el código de vestimenta, a veces por la fuerza.
El enviado de Estados Unidos a Irán, Robert Malley, tuiteó que “la muerte de Amini por las lesiones sufridas bajo custodia por un hiyab ‘inapropiado’ es espantosa. Los responsables de su muerte deben rendir cuentas”. Amnistía Internacional dijo en respuesta que las denuncias de tortura y otros malos tratos bajo custodia deben investigarse penalmente y los agentes y funcionarios responsables deben ser llevados ante la justicia.
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