Protagonizada por un príncipe falso y una recepcionista.


LA¿En la guerra y en el amor todo está permitido? Tal vez, salvo las mentiras. Érase una vez en Montecarlo, película al aire esta noche a las 21.25 el Raí 1se enfrenta al dilema secular, a través de la historia de los dos protagonistas, Rayane Bensatti y Anna Serra. A primera vista, dos personas diferentes, pero tal vez no tanto.

Érase una vez en Montecarlola trama de la película

Medhi (Rayane Bensatti) tiene 30 años y vive en banlieu Parisino, las afueras de la capital francesa de la que parece imposible salir. Vierta en una situación económica inestable, vive en un apartamento alquilado con su madre y en su futuro no hay grandes planes. Su profesión principal es jugar al póquer en líneaactividad que le permite sobrevivir, a pesar de las reticencias de los madre, preocupada por su futuro.

Desearía tener un trabajo normal y una pareja, pero Mehdi tiene otra cosa en mente: quiere cambiar su vida. La tentadora oportunidad llega una mañana, en el bar, cuando compra un billete ganador valorado en 100.000 euros. La cantidad no es suficiente para comprar la casa de los sueños de su madre y, por lo tanto, decide probar suerte con un tiro profesional.

Para triunfar, asume una nueva identidad y se va a Montecarlo, donde intentará sentarse a la mesa de póquer con jugadores ricos, con la intención de ganar y poder cambiar su vida. En Munich, se aloja en la suite de un gran hotel y se hace pasar por un príncipe marroquí, primo del rey.

(François Lefebvre / TF1)

El encuentro con la recepcionista Elena

Desde el principio consigue evitar las habituales comprobaciones de documentos gracias a la sonrisa cautivadora y un buen consejo. Los buenos modales y las generosas donaciones, sin embargo, no engañan a la atenta y despierta recepcionista Elena (Anne Serra). Con discreción y perseverancia, ella lo vigila y está claro desde el principio que su relación será una fuente de problemas en varios frentes.

Medhi pasa sus primeros días en Montecarlo como si fuera un niño en el país de los juguetes. Por primera vez, saborea la emoción de una vida rica y sin preocupaciones inmersa en el lujo. A pesar del riesgo de perderse en ese mundo que siempre ha sido lejano, pero ahora al alcance de la mano, no pierde de vista la meta.

Érase una vez en Montecarlo película rai 1 trama

(François Lefebvre / TF1)

Así comienza a asistir a las mesas de juego del casino. Es un observador cuidadoso, estudia al oponente mientras espera el momento adecuado. Su táctica, sin embargo, no funciona con elena. La niña no oculta sus perplejidades y más de una vez lo confronta en busca de explicaciones plausibles. Entre preguntas, van a cenar juntos.

Medhi descubre la verdad

En el restaurante, Elena le explica por qué no le gusta el póquer: su padre es un jugador empedernido. ¿Será realmente así o es solo una táctica para desenmascarar al autoproclamado príncipe marroquí? Mientras tanto, una vez de vuelta en el hotel, la fricción da paso a la pasión y los dos pasan la noche juntos.

No hace falta mucho para entender que la relación podría ser el presagio de algo más que una simple aventura. Desafortunadamente, ninguno es en realidad quien dice ser y las mentiras corren el riesgo de arruinarlo todo. Elena es de Mónaco, vive en el hotel donde trabaja como recepcionista, pero el hotel no es solo el lugar de trabajo. Es algo más, mucho más, lo que la une a su familia.

Medhi descubre la verdad. Surge un altercado con el padre de Elena, Monsieur Zimmer (Antoine Duléry), quien también está dispuesto a darle dinero con tal de que deje en paz a su hija. Nada que hacer, porque, a pesar de las apariencias, Medhi es un chico de corazón, solo probado por las dificultades de la vida.

¿Lo que sucederá? ¿Serán capaces de encontrar un punto de encuentro entre el lujo chispeante del Principado de Montecarlo y la vida cotidiana a veces gris de los suburbios en las afueras de la Ville Lumière? Lo más importante, ¿podrá ganar el juego de su vida para poder darle un hogar a su madre?

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(François Lefebvre / TF1)

La comedia romántica clásica.

Érase una vez en Montecarlo y el comedia romántica clásicacon pasos clave bastante predecibles. Los personajes principales comienzan como antagonistas, pero terminan redescubriéndose en el amor. el uno del otro. Obviamente, como en todas las comedias románticas, está lo inesperado. En este caso, representado por múltiples factores, en primer lugar la mentira inventada por Medhi.

A esto se suman las omisiones de Elena, tal vez en algunos aspectos tan graves como los del falso príncipe, y la relación entre Medhi y el Sr. Zimmer. ¿Serán capaces de aliviar la tensión en todos los frentes? ¿El final feliz les llegará a ellos también?

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