En una casa de Buitenhuizerweg, en Velzen-Zuid, se ofrecía prostitución ilegal. Tras una inspección, el alcalde decidió cerrar inmediatamente el edificio durante dos semanas. No hay residentes registrados en la dirección.
El motivo de la auditoría fueron, entre otras cosas, señales de anuncios sexuales. Durante la inspección del 1 de febrero se descubrió que el edificio había sido okupado y utilizado para la prostitución ilegal.
“La presencia de un establecimiento sexual ilegal suele ir acompañada de otras formas de delincuencia, como el tráfico de drogas y la trata de personas”, afirma el alcalde de Velsen. “También aumenta la sensación de inseguridad en la zona y provoca malestar social. Es una situación ilegal y muy indeseable e insegura”.
Después del cierre de dos semanas, el alcalde decidirá si se prolongará el cierre.