Rick van Stippent, de 29 años, de Heusden, Brabante, tiene suerte. Ayer se estrelló con su carísimo Lamborghini Aventador en la A28 cerca de Rouveen, no lejos de la frontera con Drenthe. Él mismo resultó ileso, pero su coche valorado en medio millón de euros es pérdida total.
De camino al Circuito TT
De Brabander se dirigía al circuito TT de Assen con un amigo para un evento con coches especiales. “Pero mi auto nunca llegó a esa exhibición de autos, desafortunadamente”, suspira.
Según Van Stippent, salió mal cuando pasó por encima de un bache en Rouveen. “La distribución del peso con este automóvil es diferente. El motor está en la parte trasera, al igual que la transmisión. La culata, por así decirlo, se enganchó con la parte delantera. Comenzó a girar. También se ve en la superficie de la carretera, es solo los círculos en los que conduces. Ve la carretera, no hay distancia de frenado”.
‘Pensé que me estaba muriendo’
Milagrosamente, no tiene un rasguño. Pero mentalmente no le ha dejado la ropa fría. “En el momento en que salió mal, pensé: me voy a morir. Luego, el auto comenzó a girar. Y justo después de recibir el primer golpe, pensé: está bien, ahora voy a sobrevivir a esto”.
El coche tardó un rato en detenerse por completo. Van Stippent y un amigo pudieron salir del automóvil, que se incendió. “La cabina estaba llena de humo”.
El joven de 29 años de Brabante ganó su fortuna con su empresa de reparación de automóviles.