Prisiones, uno de cada 3 presos tiene trabajo (pero la cifra podría duplicarse)


Un trabajo para una nueva vida. La segunda oportunidad para quienes cumplen una condena en prisión también proviene de un nuevo trabajo en la empresa, a menudo asegurado por empresas que ingresan a las cárceles para garantizar el empleo fuera. El campo de posibilidades va desde la construcción hasta la agricultura, desde la carpintería hasta la panadería pasando por el call center y las telecomunicaciones. Trabajo que no solo es empleado por la administración penitenciaria sino también en empresas reales. Fenómeno, este último, que en Italia asegura el salario de más de dos mil presos pero que en el futuro podría duplicarse, al menos en cifras. Los datos, al respecto, son elocuentes.

Los números del fenómeno

De un total de 54.841 presos, hay un total de 18.654 trabajadores (la cifra es a 30 de junio de 2022). De estos, 16.181 están empleados por la administración penitenciaria, mientras que 2.471 trabajadores no están empleados por la administración. El cuadro general se detiene en el 31 de diciembre de 2021. Y habla de un mundo “paralelo” que cuenta, distribuidas en 26 categorías, 247 actividades realizadas (110 de las cuales corren a cargo de la administración penitenciaria) que van desde el montaje y reparación de componentes electrónicos a la zapatería, continuando con la digitación y desmaterialización de documentos, y luego al taller de carpintería para llegar a la lana y tejeduría con 333 empleados.

Una audiencia potencial de 2.300 trabajadores «preparados»

Según una estimación del Ministerio de Justicia, hay más de 2.300 reclusos potencialmente preparados para un nuevo trabajo fuera de la cárcel. Delineando este escenario en el que se combina el castigo con el trabajo, los protocolos firmados en los últimos meses por la administración penitenciaria. En junio, por ejemplo, se produjo el punto de inflexión con el mundo de las telecomunicaciones que traspasó los barrotes de las prisiones aguas abajo del Memorándum de Entendimiento del programa Trabajo Penitenciario firmado por la entonces ministra de Justicia Marta Cartabia y el entonces ministro de ‘Vittorio Colao innovación tecnológica y en colaboración con operadores de telecomunicaciones. En este ámbito se han seguido dos caminos y se han contratado nueve empresas. En concreto, se trata de Fastweb, Linkem, Tiscali, Sky, Telecom Italia, Vodafone y Windtre. Las empresas realizarán actividades para la regeneración de equipos terminales de red a través de laboratorios dedicados dentro de las prisiones. Deben participar hasta 200 personas entre los institutos de Lecce, Roma Rebibbia, Turín y Uta (Cagliari).

Adherencia a actividades «externas»

Luego está también la actividad exterior, a la que se han sumado Open Fiber, Sielte y Sirti para la construcción de las redes de acceso. Esta iniciativa prevé que los internos también puedan trabajar fuera del centro penitenciario, para realizar el tendido y empalme de redes de fibra óptica. En este frente, se identificaron un total de 2.326 internos con los requisitos personales y legales potenciales aptos para trabajar también en el exterior.

La primera fase del proyecto tendrá carácter experimental en tres institutos que podrán formar a unos 100 reclusos en seis semanas. Precisamente en este contexto, el grupo Sirti y Open Fiber definieron recientemente el programa de trabajo penitenciario en el centro penitenciario de Rebibbia y que el pasado 14 de diciembre vio la contratación oficial de 7 presos. Se trata de personas que, tras finalizar el curso de formación, “se incorporarán a los equipos de Sirti y del consorcio Open Fiber Network Solutions (OFNS) como operadores de actividades de empalme de fibra óptica para infraestructuras de red en Italia” en el marco del proyecto “Prison Work Programa». Una participación que, como apunta Ivan Rebernik, director de Personal, Organización y Servicios de Open Fiber, “ofrece a los presos una nueva oportunidad potenciando la función reeducativa de la pena”.



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