Se dice que Prince estuvo en prisión al comienzo de su carrera. Aunque sólo sea por horas y por un asunto bastante menor. Al menos eso informó Matt Fink, exmiembro de la banda y teclista entre 1978 y 1990. Revista de revisión de Las Vegas.
Fink, que ahora actúa en una banda tributo a Prince (“The Purple Xperience”), recordó la primera gira en 2013, cuando se suponía que la banda abriría para Rick James. Entonces todos estaban emocionados. Fink sugirió hacer todo lo posible en vivo y usar un megáfono de la policía como accesorio en el escenario. A Prince le gustó la idea, y cuando estabas en el avión entre Memphis y Huntsville, de repente fue como un giro del destino: había una bolsa susurrante en el compartimento de mano.
Entonces se dice que Prince dijo: “Cógelo, lo usaremos en el escenario”.
Luego, Fink convenció al guitarrista Dez Dickerson para que guardara el megáfono en su bolso. Robo. Y otro pasajero debió haberlo notado.
“Nos hemos dado cuenta”, dijo uno de los pilotos, que ahora salió de su cabina, caminó por el pasillo y caminó hacia la banda, “que alguien robó un artículo de emergencia aquí, y eso es un delito menor”.
Prince lo admitió todo. Él y Fink fueron detenidos primero por la policía del aeropuerto, luego llegaron agentes de Memphis, esposados. Los dos músicos fueron atados y conducidos a prisión: “el tipo de prisión sucia, maloliente y llena de graffitis. Una de esas celdas donde encierran a borrachos y delincuentes”, explica Fink.
Entonces llegó una mujer policía y quedó sorprendida por el improbable dúo, que no sabía lo que les había sucedido. Prince le dijo: “Soy Prince y este es mi teclista, el Dr. Pinzón.”
“¡Eres el Príncipe!” Príncipe, Príncipe! ¿EL PRÍNCIPE? La oficial, y más tarde también sus compañeros, no pudieron contenerse de alegría. Después de todo, Prince estaba en ascenso y logró su primer éxito entre los 20 primeros con el sencillo “I Wanna Be Your Lover”.
¡Libertad!
Matt no le dijo a Fink lo que los demás reclusos de la celda grande pensaban de sus compañeros de prisión semiprominentes.
No se presentaron cargos contra Prince y su banda. Sin embargo, a las tropas se les prohibió volar en North Central Airlines (ahora Delta), de cuyo avión robaron el megáfono.
No está claro si la estancia de Prince en prisión pudo haber inspirado su próximo álbum “Dirty Mind”, lanzado en 1980 (ver foto uno), en el que mira muy insensible al techo y aparentemente cuenta las horas con frialdad. O la foto dos, que lo muestra con su banda (Matt Fink está en el extremo izquierdo). No se puede descartar que él y Fink fueran recibidos por sus compañeros de prisión, quienes se encontraban frente a ellos con la misma indiferencia.