Euclides debe revelar la verdadera naturaleza de dos misterios cósmicos esquivos: la verdadera naturaleza de la materia y la energía oscuras, el “algo” que constituye aproximadamente el 95 por ciento del universo, pero del que nadie sabe todavía qué es exactamente.
A diferencia de la materia “normal” de la que está hecho todo lo que conocemos (desde las personas hasta las estrellas), la materia oscura no se puede ver. Los astrónomos lo descubrieron indirectamente, por ejemplo porque galaxias como la Vía Láctea se separarían sin la gravedad “extra” de la materia oscura. Sin esa gravedad, las estrellas saldrían volando del sistema como el agua de una centrifugadora de ensaladas.
Sobre el Autor
George van Hal escribe para De Volkskrant sobre astronomía, física y viajes espaciales. Publicó libros sobre todo, desde el universo hasta los componentes más pequeños de la realidad.
La energía oscura, a su vez, sirve como una especie de bomba cósmica de bicicleta que infla el universo a un ritmo considerablemente acelerado. Pero nadie sabe exactamente cuál es la verdadera naturaleza de esa bomba de bicicleta.
Euclides debe recopilar nuevos datos de medición con los que los astrónomos, al menos así se espera, puedan revelar la verdadera naturaleza de la materia y la energía oscuras. Para ello, el instrumento fotografiará y analizará muchos miles de millones de galaxias y las estrellas que contienen.
Ésa es también una de las principales diferencias con ese otro telescopio espacial que proporciona bellas imágenes del cosmos: James Webb. Mientras que Webb puede acercarse a detalles cósmicos muy distantes con sus instrumentos, Euclides tiene una visión mucho más amplia. En una observación, el telescopio espacial captura una porción del cielo más de cien veces más grande que Webb.
El martes por la tarde, los científicos que colaboran con Euclid publicaron las primeras imágenes oficiales del telescopio. Esto produce cinco vistas encantadoras que, sobre todo, ilustran que el instrumento funciona correctamente.
1. Un cúmulo de galaxias
Esta composición de puntos de luz oculta la esquiva grandeza del universo. En primer plano, los puntos más brillantes, se ven alrededor de mil galaxias agrupadas en el llamado cúmulo de Perseo, unidas por su gravedad. Cada uno de estos sistemas es comparable a la Vía Láctea, en la que viven el Sol y aproximadamente cien mil millones de otras estrellas.
En el fondo de esta imagen aparecen alrededor de cien mil galaxias más, muchas de las cuales no habían sido vistas hasta hace poco. Son este tipo de mediciones de cantidades asombrosas de galaxias las que Euclides necesita para revelar cómo la energía oscura continúa bombeando el universo.
2. La galaxia escondida
Conozca IC 342, una galaxia apodada ‘la galaxia oculta’ porque está escondida detrás de la parte más brillante de nuestra Vía Láctea vista desde la Tierra. Sin embargo, Euclides logró tomar una fotografía que, según los astrónomos involucrados, ya revela nueva información sobre las estrellas de este sistema.
Euclides debe obtener imágenes de miles de millones de estas galaxias en total para revelar la influencia que tiene la materia oscura en las estrellas en su núcleo.
3. La cabeza de caballo cósmica
Esta famosa nebulosa, a unos 1.375 años luz de la Tierra, es la región más cercana en la que se están formando estrellas jóvenes a gran escala. Aunque esta área ha sido fotografiada muchas veces, esta foto ya revela más detalles que las imágenes anteriores.
La imagen también ilustra que Euclides puede hacer más que simplemente investigar la materia y la energía oscuras. Los científicos esperan utilizar el instrumento para descubrir estrellas recién nacidas y planetas similares a Júpiter en esta nebulosa.
4. La galaxia ‘irregular’
Cuanto más te adentras en el universo, más a menudo te encuentras con galaxias que no parecen una espiral como la Vía Láctea. Esto también se aplica a esta galaxia, la llamada galaxia Barnard, que tiene una forma irregular y es relativamente pequeña. Euclides fotografiará este tipo de galaxias hasta unos 10 mil millones de años luz de la Tierra. Esto, por cierto, está muy cerca según los estándares cósmicos: “sólo” a 1,6 millones de años luz de distancia.
5. La bola de estrellas
Esta esfera es mucho más pequeña que una galaxia y forma parte de la Vía Láctea. Un cúmulo estelar llamado globular contiene varios cientos de miles de estrellas, mantenidas unidas por su gravedad. Los astrónomos esperan que las observaciones detalladas de este tipo de esferas estelares puedan desentrañar la influencia de la gravedad “extra” invisible de la materia oscura.