La cadena irlandesa de moda de descuento Primark ha sido criticada por su historial en materia de derechos de los trabajadores y el impacto medioambiental de su modelo de negocio de bajo coste y gran volumen.
Pero el director general Paul Marchant no está de acuerdo. “No acepto la opinión de que no podemos actuar éticamente si nos abastecemos de Asia”, afirmó en una entrevista con la agencia de prensa francesa AFP en Dublín.
En el mundo de la moda asequible, Primark –un pilar en las calles principales de todo el Reino Unido, Irlanda y mucho más allá– es un actor único. La marca produce su ropa en Asia y la vende a bajo precio en Europa. Los productos se transportan por barco en lugar de por avión. Además, no hay venta online, las colecciones se planifican con más de un año de antelación y se evita el inventario.
Este modelo de negocio ha demostrado ser extremadamente lucrativo. Marchant anunció recientemente con orgullo que el minorista había superado por primera vez la marca de los mil millones de beneficios (1,23 mil millones de euros). Sin embargo, Primark todavía tiene que defenderse de las críticas, incluidos los activistas medioambientales que acusan a la marca de ejercer presión sobre los recursos a través de su “moda desechable”.
Las organizaciones de derechos humanos también acusan a la empresa de depender de proveedores en países donde los trabajadores no están suficientemente protegidos. Primark, por su parte, destaca que la empresa forma a los agricultores indios en agricultura regenerativa y realiza auditorías periódicas a sus proveedores para garantizar que ni los trabajadores ni la tierra sean explotados. Aún así, el modelo depende de la aplicación de las regulaciones en India, Pakistán y Bangladesh, donde se fabrican la mayoría de las prendas.
“Si se cuenta con los socios adecuados y se implementan los controles y salvaguardas adecuados, no veo ninguna razón por la que no se pueda construir una cadena de suministro muy sólida y ética en el origen”, explicó Marchant.
La empresa, añadió, se adhiere al código de conducta de la Organización Internacional del Trabajo. (AFP)
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