En El Salvador, ubicado en Centroamérica, los primeros 2.000 detenidos fueron trasladados el viernes a una nueva prisión. El complejo tiene capacidad para 40.000 presos. El presidente salvadoreño Bukele habla de la cárcel más grande de América del Norte y del Sur.
Imágenes que Bukele comparte en Twitter muestran a cientos de hombres descalzos siendo llevados en autobús al nuevo complejo celular de Tecoluca. “Estamos eliminando el cáncer de la sociedad”, escribe el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, en el videomontaje.
El complejo de celdas consta de ocho edificios de hormigón, cada uno con 32 celdas. Tienen una superficie de 100 metros cuadrados. Según las autoridades, hay espacio para más de 100 presos por celda. Hay dos lavabos y dos inodoros en cada celda. Hay ochenta plazas para dormir en forma de literas por celda.
Bukele declaró el estado de emergencia hace casi un año en un esfuerzo por frenar la violencia de las pandillas. Desde entonces, más de 64.000 pandilleros han sido arrestados. Ya no se requiere una orden de arresto. Además, los detenidos no tienen automáticamente derecho a un abogado.
El enfoque drástico de Bukele ha sido condenado por organismos de derechos humanos y Naciones Unidas. Los medios salvadoreños informan regularmente sobre detenciones arbitrarias. En su propio país, Bukele sigue siendo tan popular como siempre entre los 6,8 millones de habitantes.
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