En 2019, el gobierno de Maduro rompió con Estados Unidos luego de que el entonces presidente Donald Trump reconociera a su oponente Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. En un esfuerzo por sacar a Maduro del poder, Washington también aprobó una serie de sanciones contra el país, incluido un embargo sobre el petróleo venezolano.
Aunque el actual presidente Joe Biden aún no ha reconocido formalmente a Maduro como presidente de Venezuela, la crisis del petróleo provocada por la guerra en Ucrania ha mejorado las relaciones entre ambos países.
“Estamos listos para diálogos al más alto nivel, para relaciones respetuosas”, dijo Maduro, quien dice esperar que Washington pase página y adopte una “política más pragmática hacia Venezuela”. Además, “los negocios con la Unión Europea van bien” y se está manteniendo un “diálogo permanente”, añadió.