Como presidente del Sindicato de Policía Holandés, Jan Struijs se ha convertido en un icono policial durante los últimos siete años y medio. En las mesas de los programas de entrevistas discutió temas delicados como la corrupción y la discriminación en la policía, pero también atrajo a medio país cuando llamó a los Países Bajos un narcoestado. Justo antes de dimitir como presidente, arremete por última vez: “Tráfico de drogas, liquidaciones. Hay cosas en el estante que te revuelven el estómago”, dice en esta entrevista.
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