El alcalde y el ayuntamiento de Emmen están preocupados por la tendencia del consumo de sustancias entre los jóvenes. En ese sentido, según el alcalde Eric van Oosterhout, existen “tendencias desagradables”. Esto quedó claro durante una discusión sobre la posible drogación de jóvenes en el Palacio del Partido en Nueva Ámsterdam.
El pasado fin de semana hubo una fiesta en Party Palace para alumnos de 12 a 17 años. Posteriormente, circularon informes en las redes sociales de que quince niñas se habían enfermado. O posiblemente incluso drogado. Las investigaciones policiales no indican eso. Esto generó inquietudes y preguntas en Wakker Emmen y el VVD.
Monique Hekhuis (Wakker Emmen) cuestionó que los jóvenes se enfermarían debido a un aire acondicionado defectuoso, como se informó. “Llama la atención que sólo las niñas se hayan enfermado”. También se preguntó si existían controles adecuados sobre la edad al ingresar a los establecimientos de restauración.
Patrick de Jonge (VVD) no descarta la posibilidad de que GHB haya estado involucrado. “El cuerpo absorbe rápidamente el GHB, pero también desaparece rápidamente”, dice De Jonge. Lo que hace que la verificación posterior sea un asunto difícil. Dijo que había hablado con los padres de una de las niñas. “No están contentos con las conclusiones demasiado apresuradas que se sacaron en este caso”. Preguntó si, por lo tanto, el municipio tomaría medidas adicionales para aumentar la seguridad.
Van Oosterhout compartió las preocupaciones sobre el uso de narcóticos entre los jóvenes. “Ahora que la corona se ha ido, los jóvenes quieren volverse locos. GHB también es parte de eso. También nos preocupamos por los jóvenes que se tiran a sus vasos”. También está el problema del gas de la risa. En respuesta a Hekhuis, dijo que la industria de la restauración está siendo revisada para realizar el control de edad. “Hay muchos policías y guardias de seguridad alrededor.
Pero al igual que un control de tráfico, es imposible que sea 100 por ciento hermético. “Cualquier cosa puede pasar en el medio”. Además de la propia industria de la restauración, también señaló a los padres. Ellos también tienen una responsabilidad. “Yo mismo soy padre. A veces me sorprende la facilidad con la que los padres dejan que sus hijos vayan a grandes fiestas”.