La flota marrón compitió entre sí este fin de semana durante la 32ª edición de la Bontekoerace. Una gran muestra del patrimonio náutico holandés se reunió en el puerto de Hoorn, donde exactamente a las 11 de la mañana sonó el pistoletazo de salida de la regata. Con brisa, 28 barcos navegaron un corto recorrido de seis kilómetros que tuvieron que recorrer tres veces.
Fotografiado con mayor frecuencia
Uno de los que más llamó la atención durante la regata Bontekoe fue De Pinas, un barco pesquero de 119 años. Un buen trabajo, porque el barco sólo volverá a navegar dos años después de una larga restauración. “Una regata así es una gran experiencia de aprendizaje para conocer mejor el barco”, explican los patrones Johan Nieuwdorp y Paul van de Vaart. Dan por sentado el último puesto en el grupo ‘Visserij/Botters’. Van de Vaart se ríe: “Somos los que más nos han fotografiado, así que podemos llevarnos ese premio”.
En cinco años y medio restauraron el barco pesquero de 1905 a su estado original. Están orgullosos del resultado. “Es un barco especial, lo que lo hace muy divertido. Sobre todo porque rara vez se ven en los Países Bajos”, afirma Nieuwdorp.
Ambos patrones volverán el año que viene. ¿Competirán por un puesto entre los tres primeros? “La próxima vez competiremos por el penúltimo puesto”, bromea Van de Vaart. “Se trata de divertirse”.
El texto continúa debajo de la foto.