¿Habrá pronto más ruidos en el suelo de Schoonebeek? Según la Supervisión Estatal de Minas (SodM), esto no se puede descartar por completo. SodM incluso espera que aumente el riesgo de terremotos al inyectar aguas residuales en pozos de gas vacíos cerca de Schoonebeek.
Sin embargo, el regulador habla de riesgos limitados y se muestra “cautelosamente positivo” sobre el plan de aguas residuales del Nederlandse Aardolie Maatschappij (NAM).
El MNOAL quiere reiniciar la extracción de petróleo en Schoonebeek. La extracción se detuvo desde finales de 2021 porque NAM no cumplió ciertas condiciones. Por ejemplo, se encontró un nivel demasiado alto del químico tolueno en las aguas residuales. Las aguas residuales se liberan al extraer el aceite viscoso, que, por así decirlo, se disuelve con vapor.
Para reiniciar el petróleo, NAM debe encontrar una buena solución para las aguas residuales. El gigante petrolero cree que puede hacerlo bombeándolo a un campo de gas vacío cerca de la aldea petrolera de Drenthe.
El asesoramiento positivo de SodM es un paso importante para que NAM reanude la extracción de petróleo en Schoonebeek. Ha estado en silencio durante más de dos años. En este sentido, la cuestión de las aguas residuales jugó un papel importante.
Algunos residentes locales están preocupados por los acontecimientos. A ello influyeron los temores a daños medioambientales, hundimientos y terremotos. Tanto SodM como TNO han examinado el plan de extracción de NAM.
Ambas autoridades tienen comentarios críticos, pero según ellos no hay ninguna señal de alerta. Sin embargo, el SodM propone condiciones según las cuales el NAM debe tomar medidas en caso de que se produzcan terremotos entre 2 y 3 en la escala de Richter. Si el ruido supera los tres, se acabará inmediatamente para NAM: el yacimiento de gas se cerrará permanentemente.
El TNO también afirma que no se puede descartar por completo la relación entre los terremotos y la inyección de aguas residuales. Según TNO, el hecho de que NAM coloque los pozos de aguas residuales a una distancia de las fallas existentes es un acierto. Pero las fracturas existentes a veces tienden a desplazarse, especialmente cuando se mojan. Pero si se producen temblores, en el caso más desfavorable se producirán daños mínimos y no estructurales en los edificios, según TNO.
Según SodM, el hundimiento del suelo debido a la extracción también es insignificante. Como resultado, en el pasado el suelo ya había descendido 12 centímetros. De cara al futuro, se espera que el suelo caiga otros 4 centímetros. Pero las inyecciones de agua probablemente reducen ese efecto a la mitad.
También en este caso TNO espera que el hundimiento esperado no cause daños concretos a los edificios. El hundimiento de suelos de turba y arcilla plantea un riesgo mucho mayor. El instituto de investigación espera que en los próximos 25 años se alcancen localmente decenas de centímetros.
Por último, según el TNO, es “muy improbable” que las inyecciones de aguas residuales disuelvan las formaciones de sal en las capas del suelo. Los opositores también adujeron este argumento como un riesgo de hundimiento del terreno.