En el centro de aplicaciones de Ter Apel, la fase de alarma número uno fue ayer por la tarde. El polvo blanco que cayó de un sobre abierto puso a todos en alerta máxima, pero al final un pasaporte que ya no estaba en las mejores condiciones fue el causante del revuelo.
Los empleados inmediatamente decidieron estar en el lado seguro. Según el portavoz de IND, Mijke Bol, se activó el llamado ‘protocolo de cartas en polvo’. “El empleado y el artículo de correo entran en cuarentena y luego se llama a los servicios de emergencia. Luego se hacen cargo”, explica Bol.
Unas horas después resultó que no se trataba de una sustancia peligrosa: una falsa alarma. Sin embargo, las autoridades miran hacia atrás con satisfacción sobre cómo se manejó el incidente. “Salió como debería haber ido. Todos los procedimientos se llevaron a cabo correctamente”, dice Bol.
La policía también dice que todo salió de acuerdo con los protocolos correctos. Como resultado, los empleados del IND pudieron comenzar a empacar la noche justo después del comienzo de la noche de ayer.