Porsche y Red Bull cancelan conversaciones de asociación de Fórmula 1


Porsche abandonó las conversaciones para asociarse con el equipo Red Bull de Fórmula 1, lo que obligó a la marca de autos deportivos a buscar nuevas rutas en la serie mundial de carreras.

El colapso de las conversaciones con Red Bull, que domina la F1 esta temporada, es un duro golpe para la marca Volkswagen antes de su oferta pública inicial prevista para este año.

Red Bull y Porsche no lograron ponerse de acuerdo sobre la estructura de la asociación propuesta, según personas informadas sobre las conversaciones. Una persona con conocimiento de las discusiones dijo que Porsche quería comprar el 50 por ciento del equipo de carreras y el 50 por ciento de Powertrains, el nuevo fabricante de unidades de potencia de Red Bull.

Sin embargo, los inversores de Red Bull no estaban dispuestos a vender una participación en el equipo de carreras. Una persona cercana a Red Bull dijo que fue una decisión de los accionistas: «sintieron que no era la mejor inversión para el equipo de F1 en esta etapa».

Porsche dijo que la serie de carreras seguía siendo «un ambiente atractivo» que continuaría monitoreando.

“La premisa siempre fue que una asociación se basaría en igualdad de condiciones, lo que incluiría no solo una asociación de motores sino también al equipo”, dijo Porsche. “Esto no se pudo lograr”.

Todavía hay vías para que Porsche ingrese al deporte, con el interés de otros equipos, pero el hecho de no llegar a un acuerdo con Red Bull destaca la dificultad de unirse a una competencia con solo 10 equipos.

Porsche y el otro fabricante de automóviles propiedad de VW, Audi, buscan unirse al deporte en 2026, cuando los equipos comenzarán a competir con nuevos motores.

Las nuevas regulaciones de unidades de potencia introducirán motores de próxima generación alimentados por una combinación de baterías y biocombustibles.

Audi ya ha confirmado que se unirá a la F1 como proveedor de motores ese año, pero aún no ha confirmado a su socio.

El renacimiento de la F1 bajo Liberty Media, el grupo controlado por el multimillonario John Malone, está atrayendo a los fanáticos más jóvenes y la atención de los fabricantes de automóviles.

Desde que adquirió la F1 en un acuerdo de 8.000 millones de dólares en 2017, el grupo estadounidense implementó un límite presupuestario para reducir los costos de los equipos, negoció una distribución más equitativa de los ingresos y trató de ampliar el atractivo del deporte adoptando las redes sociales. La popularidad de Drive to Survive, una serie documental detrás de escena en Netflix, también ha aumentado el interés, con un aumento de la asistencia en medio de una fuerte demanda de boletos para los fines de semana de carreras.

La mayoría de los equipos de F1 funcionan con motores proporcionados por Ferrari y Mercedes, aunque el Alpine de Renault funciona con su propia potencia. Red Bull ha lanzado una división de Powertrains para construir su propio motor y acabar con su dependencia de los fabricantes rivales. Red Bull utiliza motores provistos por Honda, aunque el proveedor japonés anunció su salida del deporte en 2020.

El director del equipo Red Bull, Christian Horner, ha subrayado la importancia de la independencia del equipo.

Con sede en Milton Keynes, Red Bull lidera la clasificación de F1 de esta temporada, con el actual campeón mundial Max Verstappen impulsando al equipo a la cima del campeonato de constructores.



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