Felicia (12) terminó en una depresión hace tres años debido a la pandemia de corona. También tenía síntomas de ansiedad y agotamiento, lo que significaba que temporalmente no podía ir a la escuela. Según la madre Annemiek van Raalten, su hija no recibió la ayuda adecuada y le tomó meses encontrar un lugar agradable. Ahora aboga por una educación adecuada. “Ahora la veo brillar de nuevo. Todos los niños se merecen eso”.
ttn-es-43