Con “Born To Run”, Bruce Springsteen quería hacer el mejor disco de rock que jamás hubiera escuchado.
Foto: Redferns, Fin Costello. Reservados todos los derechos.
Bruce Springsteen fue duro consigo mismo al principio de su carrera. El icono del rock estaba especialmente descontento con un álbum: su tercer álbum de estudio, “Born To Run”. ¿Qué le molestó al respecto? su propia voz.
Cuando se estrenó Born To Run, hace 48 años, el 25 de agosto de 1975, Springsteen tenía solo 24 años. En el programa “Tonight Show” con Jimmy Fallon, el ahora de 71 años reveló que le hubiera gustado tirar el álbum a la piscina en un arco alto.
“Cuando empiezas a hacer música, no estás acostumbrado a escuchar tu propia voz, incluso después de la segunda o tercera grabación. No podía identificarme con el sonido de mi voz y muy a menudo sonaba horrible”, dijo Springsteen sobre sus primeros días.
Por suerte estaba Jimmy Iovine.
En aquel momento, su ingeniero de sonido Jimmy Iovine le convenció de la calidad de las grabaciones. Llevó la versión editada a la puerta de Springsteen en Richmond, Virginia. Juntos fueron a buscar un tocadiscos y se encontraron en una tienda de música local. Allí escucharon juntos el disco por primera vez.
Se dice que Jimmy Iovine convenció a Springsteen. Quería que diera su visto bueno a la liberación prevista. Bruce Springsteen resopló: “¡Se va a la piscina del hotel!” Después de algunas idas y venidas, finalmente lanzaron el disco. Por suerte para ella, uno podría pensar que sí. Tras su lanzamiento, el álbum se disparó al número 3 en las listas de Billboard y permaneció en el top 100 durante más de dos años.