Tadej Pogacar busca el motivo de su avería en la dura undécima etapa del Tour de Francia. El esloveno, considerado inabordable, tuvo que ceder ante Jonas Vingegaard en la subida final de casi tres minutos.
“Al principio de la etapa todavía me sentía bien. Me atacaron en el Galibier y los pilotos de Jumbo-Visma eran muy fuertes, pero siempre pude mantener el ritmo al principio”, recordó Pogacar en el período previo a su fallecimiento.
Sin embargo, desde 5 kilómetros por debajo de la cima de la subida final, el Col du Granon, Pogacar no pudo reaccionar a los ataques de Jumbo-Visma. Vingegaard se alejó del dos veces ganador del Tour, se llevó la victoria de etapa y capturó el maillot amarillo de líder.
“De repente me sentí mal”, dijo el piloto del UAE Team Emirates. “No sé qué fue: si fue por el esfuerzo que hice o porque no comí lo suficiente, por ejemplo. Seguro que no fue mi día”.
Decepción en Tadej Pogacar.
‘Sigo luchando’
En parte debido a la mala racha de Pogacar, hubo un derrumbe en la clasificación general. Maillot amarillo Vingegaard tiene un amplio margen de 2,22 minutos sobre Pogacar, que se muestra combativo a pesar de la dolorosa derrota y la importante desventaja.
“Ahora me toca a mí atacar. Seguiré luchando. He perdido 3 minutos y trataré de recuperar el tiempo. Puede ser un duelo bonito”, adelantó ya.
Es posible que Pogacar ya pueda devolver el golpe el jueves cuando termine la duodécima etapa en Alpe d’Huez. La etapa alpina tiene nada menos que tres subidas de la categoría hors y puede volver a dar lugar a una feroz batalla entre los favoritos.