Billy sólo puede viajar tumbado en una camilla, afirma Niels en conversación con NH. «Pero luego hay que quitar tres filas de asientos del avión». En total son 9 sillas, que cuestan casi mil euros cada una.
«Y eso es lo que cuesta un billete de ida; un billete de ida y vuelta para Billy cuesta casi tanto como 18 billetes de ida y vuelta», calcula Niels. Los asientos sólo se pueden quitar del avión y volver a colocar en Schiphol, lo que significa que Billy también tendrá que pagar 9 asientos en dos vuelos en los que ni siquiera viaja.
Cirugía de cadera fallida
El nativo de Curazao, que se mudó a Bonaire en su juventud, desarrolló espasticidad a una edad temprana y se volvió dependiente de una silla de ruedas, dice la iniciadora de la colección, Ingrid Havermans. «Y cuando tenía unos 13 años, le operaron la cadera, pero fracasó. Como resultado, ya no puede mover las caderas y tiene que permanecer tumbado».
Como Billy podía recibir mejor atención médica en los Países Bajos, vino a los Países Bajos cuando tenía quince años. Su madre Ursula estuvo aquí con él por un tiempo, pero ahora vive en Bonaire. Su abuela también vive allí y dada su edad espera ver a su nieto una vez más. «Ella sigue preguntando: ¿cuándo llegará?», dice Ingrid.