Pigcasso se convirtió en un fenómeno mundial en 2018, cuando una galería de Ciudad del Cabo colgó en sus paredes obras impresionistas de la cerda. La exposición recorrería el mundo en los años siguientes. Una pequeña parte de los lienzos del cerdo se exhibieron en Ámsterdam en 2021, en una galería de arte en Nieuwe Spiegelstraat. Se habían pintado animales antes, incluidos elefantes, delfines, monos, canguros, rinocerontes e incluso un dragón de Komodo, pero nunca alcanzaron el mismo estatus de estrella que Pigcasso.
En 2021, Pigcasso volvió a ser noticia cuando un coleccionista alemán pagó 20.000 libras (23.000 euros) por el cuadro. Salvaje y libre. Nunca antes una obra de arte realizada por un animal se había vendido tanto. El récord anterior lo ostentaba un chimpancé llamado Congo, cuya tela se vendió por 14.000 libras esterlinas en 2005.
Quería deslizar
La propietaria de Pigcasso, Joanne Lefson (52), descubrió accidentalmente las cualidades artísticas del cerdo. Llevó a la cerda a su casa cuando era un lechón: Lefson se la llevó a un criador en 2016, unas semanas antes de que Pigcasso fuera llevada al matadero. Lefson dirige un refugio para animales de granja en Franschhoek, Santuario Agrícola SA.
Pigcasso se comía todo lo que encontraba en su establo, con una excepción: un pincel. Entonces Lefson decidió ver si la cerda querría pintar. Midió el pincel para la boca del animal y colocó un lienzo en blanco y pintura para su hocico. Pigcasso parecía disfrutar haciendo manchas salvajes de pintura sobre el lienzo, especialmente si había una recompensa en forma de algo sabroso a cambio.
Ese descubrimiento no le hizo ningún daño a Lefson. En ocho años, Pigcasso acumuló una fortuna de más de un millón de euros, que benefició al refugio de animales de Lefson. El nombre del cerdo también estaba vinculado al vino elaborado con uvas del valle donde se encuentra Franschhoek.
Buena vida
En la naturaleza, los cerdos viven entre 10 y 15 años, algunos incluso viven hasta los 25. Eso no fue para Pigcasso. La cerda padecía artritis reumatoide desde hacía varios años, una enfermedad que Lefson atribuye a los alimentos y medicamentos que se les daba a los cerdos de matadero. El estado de Pigcasso empeoró el pasado mes de septiembre. Un mes después, ya no podía sostenerse sobre sus patas traseras, según un comunicado emitido por Lefson.
En él, Lefson también dice que «es muy triste que haya fallecido una figura tan inspiradora para el bienestar animal, pero también celebramos una vida bien vivida y la profunda diferencia que marcó». Pigcasso tenía 8 años.