El ex sacerdote de Brabante Ad Wouters (1917-2001) creció durante su vida hasta convertirse en una autoridad entre los arqueólogos aficionados en lo que respecta a la Edad de Piedra. Se ganó una reputación como conocedor a partir de la década de 1950. Los artefactos de piedra eran su especialidad.
No había seguido una educación académica, pero había adquirido su conocimiento de la literatura y durante las visitas a colecciones privadas de la Edad de Piedra, especialmente en la provincia de Limburg. En 1975, Wouters actuó como defensor en la demanda contra Tjerk Vermaning, sospechoso de fraude.
En el libro, los autores analizan once sitios en los que participó Wouters. A menudo se trata de descubrimientos reclamados por él mismo o de lugares que complementa con objetos de su propio inventario, concluye el libro: “En todos los casos se trata al menos de sitios y hallazgos sospechosos, a menudo incluso falsificaciones”.
Los nueve autores afirman además que a Wouters se le ha dado “un lugar triste” en la historia arqueológica de la Edad de Piedra holandesa. ‘En nuestra investigación debemos ser constantemente conscientes de que su Edad de Piedra y lo que ha publicado sobre ella no son ciertos.’