El escenario económico italiano parece estar “deteriorado”. Los indicadores económicos de marzo, de hecho, “confirmaron el debilitamiento neto de la economía italiana: el conflicto en Ucrania amplifica los aumentos de energía y otras materias primas, aumenta la escasez de materiales y la incertidumbre”. Y esto, sumado a los efectos de los contagios, “reduce el PIB en el primer trimestre de 2022 y extiende una sombra sobre el segundo: la tendencia en abril está comprometida y las perspectivas son sombrías”. Así, el Centro de Estudios Confindustria, en su informe “Congiuntura Flash”, actualiza el impacto de la guerra entre Ucrania y Rusia y la cola de la emergencia sanitaria en el tejido económico del país.
Choque de materia prima
El deterioro, explica la CSC, sigue al shock de las materias primas, que sigue pesando sobre los costes e inversiones empresariales y sobre el gasto de los hogares. El precio del petróleo se disparó, alcanzando un máximo de 133 dólares el barril en marzo y luego estableciéndose en 105 en abril (desde 74 en diciembre). Perfil similar para el gas natural en Europa: pico en 227 euros/mwh en marzo y cierre en 104 en abril, lo que todavía supone un +698% sobre pre-Covid. El precio de la electricidad en Italia sigue sufriendo mucho (+523% en el mismo período). Los precios de otras materias primas, con el conflicto, han acentuado las subidas: metales +86%, cereales +77% en marzo desde finales de 2019. Todo ello pesa sobre los costes e inversiones empresariales y sobre el gasto de los hogares.
Intervenciones parciales del gobierno
Frente al coste de la energía, señalamos las “intervenciones parciales” que “ha destinado hasta ahora”, para el primer semestre de 2022 y sin recurrir a un déficit adicional, unos 14.000 millones de euros, 11 para apoyar a familias y empresas (de los que 1,2 para grandes empresas solo para el 1er trimestre) y 3 para las primeras intervenciones estructurales en gas, energías renovables y en apoyo a las cadenas de suministro de automoción y microprocesadores”.
La confianza empresarial se deterioró
Pero el panorama sigue siendo negro en el frente de la industria, que en marzo ve “acentuada la erosión de la confianza en las empresas manufactureras”, ya en marcha desde finales de 2021: “todos los indicadores empeoran: tras la volatilidad de enero-febrero, el impacto de se espera que el conflicto sobre la producción se profundice en marzo: esto significa una caída importante en el promedio del 1er trimestre, lo que contribuye en gran medida a la caída del PIB”, continúa la nota.
Servicios estancados
También se mantiene débil la demanda de servicios que, por la covid, comprime la movilidad de las familias y que se suma a “una recuperación todavía parcial del turismo hasta febrero (-15% viajes de extranjeros a Italia)”.