Peter Schonewille espera despedirse del Museo Drents con un ‘tour de force’

Después de cuarenta años, el Museo Drents se despedirá pronto de Peter Schonewille. En las cuatro décadas que trabajó en el museo, fue historiador, curador y líder de proyectos. Y en este último puesto quiere despedirse de la exposición a lo grande Laberinto. “Cada puerta que entras, entras en un mundo diferente.”

De hecho, Schonewille, que cumplirá 67 años el sábado, aún no está preparado para jubilarse. “Es con dolor en el corazón. Y con la sensación de que todavía no he hecho ejercicio”, dice en el programa Radio Drenthe. Cassata. Pero el historiador todavía cree que ha llegado el momento de pasar el testigo. “Necesitamos que los jóvenes tomen el poder. Si no has dejado claro tu punto después de cuarenta años, no lo harás”.

Schonewille ha sido un pivote importante para el Museo Drents a la hora de atraer exposiciones internacionales. “El primero en el que causamos gran revuelo fue Gente misteriosa del pantano en el que colaboramos, entre otras cosas Museo de la Civilización en Ottawa, Canadá. Esta exposición itinerante se exhibió en el Museo Drents en 2004.

Lo que hace que el corazón de Schonewille se acelere aún más es cuando el ejército de terracota de Xi’an llegó a Assen. “Hace poco alguien me preguntó: ‘¿Cómo se llamaba esa exposición con esas figuras de arcilla?'” Durante ese tiempo hubo una tormenta en el Museo Drents. “Creo que en ese período tuvimos 354.000 visitantes. En aquel momento yo tenía una oficina en el ático de la recepción y veía cómo las colas delante del museo crecían lentamente. A veces me preguntaba: ¿sería apropiado? ¿Es posible? ¿Todo ahí dentro?

En última instancia, esta exposición ayudó a garantizar que el Museo Drents pudiera expandirse. “Nuestro punto fuerte es que siempre conseguimos atraer visitantes con exposiciones temporales.”

El último proyecto de Schonewille es la exposición laberinto, que comenzará en unos meses. Y Schonewille quiere volver a sorprender a los visitantes. “Hay quince salas en el museo, cada una decorada de manera diferente. Cada sala tiene una atmósfera diferente, un enfoque diferente. Por ejemplo, la Canoa de Pesse. La presentamos en una sala con una enorme proyección en una pared semicircular, con el paisaje de la época de la que procede la canoa, hace unos diez mil años.” Con una réplica en este espacio podrás vivir cómo sería navegar en la Canoa de Pesse.

“Creo que todo el mundo se siente inmediatamente atraído por el entorno similar a Narnia que creamos en la parte antigua del museo. Cada puerta que entras, te adentra en un mundo diferente”, explica Schonewille.

Será, por tanto, la última hazaña de Schonewille, que no vivirá el último período de preparación, ya que parará el 1 de julio. “Pero supongo que recibiré una invitación para la inauguración”, se ríe.



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