Mientras que hace tres meses la Oficina de Planificación apuntaba a un crecimiento para este año y el próximo de 1,3 y 1,6 por ciento respectivamente, la expectativa es que la economía belga crecerá un 1 por ciento este año. En 2024, el crecimiento sería del 1,3 por ciento. Se trata de una desaceleración significativa en comparación con 2022, cuando el crecimiento fue del 3,2 por ciento.
La revisión a la baja es resultado de las perspectivas más sombrías para la economía global y el esperado repunte de la inflación a partir de noviembre como resultado del aumento de los precios del petróleo y el gas. Se espera que la inflación vuelva a enfriarse en la segunda mitad de 2024. La inflación promediaría el 4,4 por ciento en 2023 y el 4,1 por ciento en 2024.
El empleo aumentaría en 50.000 personas este año. Se crearían otros 40.000 puestos de trabajo para 2024. La tasa de empleo aumentaría al 72,9 por ciento en 2024.
Las reducidas perspectivas de crecimiento también tienen un efecto en el presupuesto. El periódico ‘De Tijd’ calcula este déficit en un 4,9 por ciento del PIB o 27,9 mil millones de euros este año. Para el próximo año, el déficit aumentaría al 5 por ciento del PIB, o 29.900 millones de euros para todos los gobiernos juntos. Las cifras oficiales son responsabilidad del comité de seguimiento. Las negociaciones presupuestarias se llevan a cabo sobre esta base.
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