Según el comisionado jefe belga de la zona de la policía fronteriza, Rudy Verbeeck, la mujer holandesa de 23 años estaba visitando a sus padres en Essen. Su ex también holandés vino aquí y la habría metido a la fuerza en el coche. Todavía se las arregló para llamar al número de emergencia.
La persecución ha comenzado y “gracias a una fantástica colaboración” con la policía holandesa, la huida del hombre ha terminado cerca de Eindhoven, destaca el comisario jefe. “La señora escapó sin daños físicos”. Un portavoz de la policía holandesa informó previamente que era posible que el hombre quisiera hacerse daño y que se desconocía si su pareja se sentaba voluntariamente a su lado en el auto. Según la policía belga, es por lo tanto su ex.
Cuando el hombre conducía en dirección contraria cerca de Eindhoven, se hicieron dos disparos de advertencia para obligarlo a detenerse. Según un portavoz de la policía, el hecho de que el hombre hiciera esto era una señal de que el hombre quería hacerse daño a sí mismo o a la mujer: “Entonces harás algo que te ponga en peligro a ti y a los demás. Por eso hemos tomado las medidas correspondientes”, dijo un portavoz policial.
Finalmente se utilizaron al menos diez coches de policía y un helicóptero de la policía para la persecución.