LJordan parece estar progresando en el igualdad de género. El Parlamento de Amman, de hecho, con 94 de los 120 votos a favor, cambió el título del segundo capítulo de la Constitución de “Derechos y deberes de los hombres jordanos” para “Derechos y deberes de los jordanos y las jordanas”, añadiendo así el pronombre femenino.
¿Más derechos para las mujeres en Jordania?
Esta inclusión explícita de las palabras “mujeres jordanas” en la Constitución del Reino Hachemita ha provocado reacciones encontradas. El 52 por ciento de la población ahora tiene menos de 24 años.decidido y deseoso de cambios importantes dentro de la empresa, lo encontró un éxito.
Para los conservadores esto es una ofensa.
Feministas: un cambio de fachada
Para las asociaciones feministas, un gesto totalmente inútil. Para ellos, en efecto, se trata de la simple adición en constitución de una palabraY por lo tanto, puede considerarse un mero cambio lingüístico, una base frágil para un cambio real en la sociedad. Según Salmah Nims, secretaria general de la Comisión Nacional Jordana para la Mujer (JNCW), de hecho, el título de un capítulo constitucional no tiene ningún efecto legal.
seria mucho mas convincente que, en lugar de esta falsa inclusividad, se escucharon los pedidos y peticiones de las mujeres y asociaciones, como agregando la palabra sexo Artículo 6 de la Constitución que hasta ahora sólo prohíbe la discriminación por motivos de raza, idioma y religión.
Sin embargo, las mujeres en Jordania siguen siendo discriminadas
A pesar de algunos pequeños avances, los derechos de las mujeres en Jordania siguen siendo limitados en comparación con los que se otorgan a los hombres. El código de estado personal sigue siendo discriminatorio. Baste decir que todavía las mujeres de hoy no pueden viajar con sus hijos en el extranjero, sin la autorización de un tutor varón.
En 1992, el reino Hachemita ratificó el Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujerpero ayudó poco, porque la fuerza de los conservadores en el Parlamento para limitar su aplicación sigue siendo muy fuerte.
Como sucede por ejemplo, para el artículo 98 del Código Penal jordano que no permite penas atenuadas para autores de delitos “contra la mujer”. La regla es sistemáticamente incumplida por los jueces quienes, por otro lado, continúan imponiendo penas menores si las familias de las víctimas no solicitan que se procese judicialmente a sus parientes varones.
La ira y el escepticismo de las mujeres
Ante estas evidencias, es claro el motivo del enfado y el escepticismo de las asociaciones feministasque apenas puede creer en uno voluntad sincera del poderoso cambiar la situación a su favor.
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