El deterioro de la naturaleza en Drenthe puede tener consecuencias importantes para Fage. No está claro si se permitirá al fabricante de productos lácteos griego construir una gran fábrica en el parque empresarial Riegmeer en Hoogeveen.
Fage quiere utilizar el lugar para la producción de yogur griego. Pero debido al estado de deterioro de la naturaleza en Drenthe, la solicitud del permiso en su forma actual es incierta, dice el concejal Jan Zwiers del municipio de Hoogeveen.
“Es muy complejo y si no conoces los entresijos, una opinión o juicio es un golpe en el aire. Pero estamos decepcionados”, dijo Zwiers.
El hecho de que las reservas naturales de Drenthe se encuentran en mal estado quedó claro a partir de los primeros ocho análisis de objetivos naturales de la provincia. Además, el deterioro continúa. El nitrógeno es el principal culpable. A partir de ahora, los resultados de los análisis de los objetivos de la naturaleza deberán incluirse en la concesión de los permisos.
Y ahí es donde le aprieta el zapato a Fage. Porque se libera nitrógeno durante la construcción de la fábrica, por ejemplo, debido al hincado de pilotes y al suministro de materiales. Incluso cuando la fábrica está en uso, esto produce emisiones de nitrógeno a través, por ejemplo, de la calefacción del edificio y las calderas.
Antes de la llegada de la lechería, Hoogeveen compró derechos de nitrógeno de granjas ganaderas en Hollandscheveld y Darp. El municipio pagó casi 100.000 euros por ello y afirma que estos costes se los repercute al gigante lácteo en el precio del suelo. Pero la red externa, es decir, ocupar el espacio de nitrógeno, ya no está permitida.
“Todavía no sabemos si el espacio comprado es dinero desperdiciado”, dice el concejal Zwiers. “Por ahora, nosotros, como consejo y ejecutivo, estamos seriamente decepcionados. En un futuro cercano veremos qué significará realmente”.
Además de Fage, los permisos para docenas de otros proyectos en Drenthe también se han vuelto inciertos.